Durante muchos años, Amalita Fortabat fue reconocida como una de las mayores millonarias de nuestro país y tras su muerte en 2012 la lucha legal por la herencia inició, y ahora la pelea recrudece la relación de los herederos.
Luego de que su esposo Alfredo Fortabat falleciera en 1976, Amalita Fortabat se pudo al frente con el control de la cementera Loma Negra, la cual triplicó su patrocinio en poco tiempo.
Así fue acumulando riquezas hasta que llegado el 2001, vendió la empresa por una cifra multimillonaria, la cual se encargó de disfrutar e invertir en bienes raíces u obras de arte hasta su muerte.
Hoy, esa herencia está en juego y la lucha por tomar su parte se disparó en el núcleo de una de las familias más ricas de la Argentina. Según se reveló en el programa “A la Tarde”, la cifra en juego es aproximadamente de 1.000 millones de dólares.
Éramos pocos
En medio de esta disputa, ahora apreció un nuevo personaje. Rafael Rodríguez sería el hijo de Alfredo Fortabat, fruto de la relación con una empleada de la estancia de San Jacinto, la cual era de su propiedad en Olavarría. En la actualidad, los hijos de Rafael mantienen una causa judicial para lograr ser reconocidos por la familia.
De hecho en “A la tarde” lograron tener el testimonio de Walter, hijo de Rafael, quien aseguró que su padre era hijo de una relación extra matrimonial de Alfredo, manifestando que el principal motivo es aclarar su pasado, dejando de lado la millonaria cifra en dólares que dejó Amalita Fortabat al morir.