En el mundo de la gastronomía, lo mejores platos tienen un estrecho vínculo con las épocas del año. Esto se debe a que se busca aprovechar al máximo lo frutos de estación los cuales brindan sabores inconfundibles. Entrando en el la temporada otoñal, la coliflor aparece como una excelente opción en tus comidas.
La coliflor es una variedad de col que se caracteriza por su penetrante olor a la hora de la cocción. Pero además de eso, también es una fuente de fibras y vitaminas.
Para su óptimo desarrollo, esta planta necesita una cierta temperatura ambiental que oscile entre 15º y 22º, siendo la parte fría del año su punto más alto de cosecha.
Aquí te vamos a dejar algunos consejos para que puedas plantarla en tu jardín, ya sea en tierra o macetas, a fin de que también la incluyas en tu dieta diaria y te beneficies de sus aportes.
No obstante, es necesario saber que existen diferentes tipos de coliflor. Por ejemplo, la Super Snowball es la que mejor resiste a las altas temperaturas, mientras que las otras suelen demandar más frío y mayor tiempo de desarrollo.
Esta es al causa de que la encuentres en la verdulería durante todo el año. El hecho es que no siempre es la misma variedad, cosa que sucede con la mayoría de los vegetales y frutos.
El cultivo de la coliflor
El inicio para su desarrollo se da desde un almácigo. Los tiempos de siembra arrancan entre octubre y diciembre para las variedades tempranas, llegando a la cosecha a mediados de abril. En tanto, para aquellas que demandan un mayor tiempo, la siembra se realiza en marzo para cosechar sobre la llegada de la primavera.
Una vez germinadas, se debe trasplantar el brote. En caso de llevarla a la tierra, la distancia necesaria entre planta y planta será de 90cm aproximadamente.
Durante su crecimiento, la formación de flor dependerá de la cuestión climática. Cabe destacar que dicha flor resistirá más si posee una mayor cantidad de hojas que la recubran.
En cuanto al riego, la tierra necesita estar húmeda el mayor tiempo posible, llegando en ocasiones a tener que regarlas 3 veces por semana. No se recomienda la inundación del suelo en el proceso.
Una vez que la coliflor alcance su tamaño ideal llega el momento de la cosecha. Para ello, se puede valer de un cuchillo o una tijera para cortar la flor, acompañada de hojas que sirvan de protección.