Hay plantas populares a las que nos acostumbramos a ver desde pequeños. Se ganaron un lugar privilegiado en las casas por la belleza que ofrecen, pero también por la historia que tienen detrás. El Árbol de la abundancia es una de estas maravillosas plantas.
Originaria de África del sur, el Árbol de la abundancia o Portulacaria afra es también conocida con el nombre de Arbusto de elefante o Planta de Jade enana. El primero, porque eran las plantas preferidas de esos animales, seguramente por la gran cantidad de agua que guardan sus hojas. Y el segundo, o ‘Planta de jade’ por el intenso color verde brillante de sus hojas con forma de moneda.
En su hábitat natural, este arbusto puede llegar a una altura de hasta 6 metros. Cultivado en maceta no supera los 2 metros, e incluso se puede transformar en un hermoso bonsái.
Cuenta una vieja leyenda que:
Aquel que cultive el Árbol de la abundancia en su casa, tendrá prosperidad y el dinero jamás faltará en su hogar.
Esta fama es difícil de comprobar, pero no se pierde nada con intentarlo.
También es una planta muy utilizada en la decoración Feng Shui.
Otro de los beneficios que nos ofrece este arbusto es su uso medicinal, ya que sirve para aliviar varias afecciones:
- Quemaduras, contusiones y heridas: Empleando abundantes hojas hervidas, escurridas y machacadas como un ungüento frío sobre la zona afectada. Se debe cambiar la pasta cada dos o tres horas.
- Dolor de garganta: Extrayendo el jugo de 10 hojas de la planta, que se debe disolver en 200 ml de agua, para realizar gárgaras de 3 a 5 veces por día.
- Artrosis: Exprimiendo el jugo de 15 hojas y lubricando la zona afectada de las articulaciones, antes de acostarse.
Consejos para cuidar el Árbol de la abundancia
Si está plantado en suelo en el exterior, a fines de la primavera produce pequeñas flores rosadas agrupadas en racimos. Pero es extraño que florezcan fuera de su hábitat natural.
En caso de tenerlo en el interior de la casa, lo aconsejable es ubicar la planta cerca de una ventana, donde reciba buena iluminación, pero no rayos directos del sol, porque podrían quemar sus hojas.
“Esta planta requiere mucha luz y una atmósfera seca”
El riego debe ser moderado. En épocas de calor, desde la primavera al otoño, hay que regar cada 15 días, luego espaciar aún más. Es importante no pulverizar agua sobre sus hojas porque se pueden manchar.
En cuanto al sustrato para este arbusto, el indicado es la tierra que se utiliza para los cactus, o tierra para macetas mezclada en partes iguales con arena o vermiculita.
Resulta fundamental que la maceta tenga un buen drenaje, para evitar que sus raíces se pudran.
Es un arbusto que requiere una poda regular para mantener una forma armoniosa. Puedes aprovechar su poda para reproducir por esquejes.
Te recomendamos que los dejes secar tres días para que cicatrice bien el corte, y luego los plantes en una maceta pequeña.
De esta manera, podrás hacer muchas plantas del Árbol de la abundancia, para regalar y compartir la suerte con tus seres queridos.