Para empezar, debemos aclarar que el tomate no es una verdura, en realidad es una fruta, que se caracteriza por su sabor particular y al igual que otros frutos y hortalizas, posee grandes propiedades que son muy beneficiosas para nuestra salud en general.
El nombre del tomate, Solanum lycopersicum, se deriva de su nombre azteca xitomatl, el cual quiere decir “fruto con ombligo” y existen más de 20.000 variedades, las cuales varían por su color, forma y aroma, pero todas contienen increíbles propiedades que ayudan a nuestra salud.
Propiedades del tomate
Vitaminas antioxidantes: este fruto cuenta con la presencia de las vitaminas C, E y A, que son las encargadas de prevenir la degeneración de tejidos, el envejecimiento prematuro y ayudan al sistema inmunitario.
Además, el tomate se compone por la presencia de la vitamina B, lo que facilita la obtención de energía de alimentos, beneficiando al sistema nervioso.
Minerales: esta fruta cuenta con la presencia de una buena cantidad de minerales; siendo los más presentes el potasio, fósforo y magnesio, este último resulta ser un gran aliado para la regulación de los músculos y sistema nervioso.
Licopeno: este pigmento carotenoide contiene efectos antioxidantes, que son los que más favorecen a nuestro organismo y además le da ese atractivo y característico color rojo al tomate.
Gracias a estas propiedades, el tomate tiene muy buenos beneficios para nuestra salud y éstos son algunos de ellos:
-Mejora la calidad de los huesos: el licopeno que contienen los tomates, contribuye al buen estado de los huesos y es muy recomendable para las mujeres adultas luego de la menopausia.
-Efecto anticáncer: el tomate es beneficioso para algunos de nuestros órganos como el riñón, próstata, pulmón, intestino, estómago y pulmones, a los que ayuda a prevenir células cancerígenas.
Un dato relevante es que el licopeno contenido en el tomate solo es más potente que la vitamina E, si lo acompañan otros carotenos como el fitoeno, en esa combinación sus efectos se multiplican.
-Es mejor cocinado: las mejores fuentes de licopeno las vamos a obtener del tomate cocinado, debido a que esta propiedad se absorbe luego de que el calor haya roto las membranas celulares, por eso las salsas y concentrados son los que poseen mayor cantidad.
-Un gran amigo para el corazón: el licopeno mejora la flexibilidad de los vasos sanguíneos, lo que previene enfermedades vinculadas al corazón y hasta evita recaídas de los enfermos.
-Fácil de digerir: el tomate resulta ser muy fácil de digerir y son pocas las personas que encuentran dificultades a la hora de comerlos, aunque, si no están maduros pueden provocar dolores estomacales.
Por todos estos motivos, tener al tomate en nuestra dieta diaria es muy beneficioso para la salud.