Inés Estévez dijo en reiteradas oportunidades que sus hijas Cielo y Vida le cambiaron la vida para siempre, por lo que disfruta demasiado los logros que cada una de ellas alcanza, siendo todavía unas niñas 11 y 12 años respectivamente.
Por este motivo, Inés Estévez expresó recientemente su inmensa alegría porque una de ellas mostró un evidente progreso en uno de los dibujos que suele realizar y escribió sorprendida los detalles de la situación que tuvo que vivir en su rol de madre.
Sucede que la actriz, junto a su antigua pareja Fabián Vena, tuvieron siempre el deseo de ser padres, pero ante la imposibilidad de conseguirlo de manera natural, decidieron iniciar el proceso de adopción y después de un extenso camino, finalmente les llegó el llamado que esperaban.
Desde entonces, la cantante de jazz y el actor se convirtieron en los padres de Cielo y Vida, dos hermanas que nacieron con retraso madurativo, por lo que cada progreso en el desempeño y las habilidades de las niñas, se vive con suma felicidad.
Es por eso que Inés se sorprendió al ver, que por primera vez su hija mayor pudo dibujar el tronco, cabeza, piernas y cada una de las partes del cuerpo, siendo esto una clara muestra de la evolución que va teniendo la pequeña.
“Cuando vi el último dije, ‘que genial Vida, quién es?’. ‘Yo’ dijo, encogiéndose de hombros con esa expresión típica adolescente cuyo subtexto reza: mamá, como no te diste cuenta?”
En conclusión, lo que más le sorprendió fue la expontanea respuesta de su hija Vida por no haberse dado cuenta que la persona del dibujo era la propia dibujante, una situación que la dejó pasmada y la cual con mucha alegría y humor, se animó compartir con sus seguidores.
Infla el pecho
En anteriores entrevistas, la actual pareja de Sebastián Groshaus, habló de lo complejo que es el cuidado de las niñas, por lo que tuvo que luchar durante mucho tiempo para que puedan acceder a las ayudas estatales por discapacidad, por este motivo vive con tanta exaltación cada paso que dan.
“Porque para algunas cosas tiene la edad que tiene.”
De esta manera, Inés Estévez sacó a relucir el gran orgullo que siente por el crecimiento de sus hijas, que no dejan de sorprenderla con cada una de sus tiernas ocurrencias, lo que termina de echar por tierra cualquier diagnóstico.