La planta de aloe vera, tambien conocida como sábila, acíbar o áloe de Barbado, desde siempre se ha utilizado para un número infinito de cosas, ya que incluye 75 sustancias diferentes. Entre ellas, se encuentran varias vitaminas, minerales, azúcares y enzimas. Este vegetal es fácil de cultivar porque requiere de poca agua, y crece bien tanto en sol como en sombra.
Esta especie fue descubierta por los egipcios hace unos 6000 años y la llamaron “la panta de la inmortalidad” por su efecto medicinal. El aloe vera, crece de forma silvestre en climas tropicales, semitropicales y áridos de todo el mundo. Es particularmente útil para curar heridas, afecciones de la piel, asma, epilepsia, diabetes e incluso como laxante.
Esta planta hace maravillas con las quemaduras y la psoriasis. Entre otros de sus beneficios, sirve como tratamiento preventivo ante la calvicie o la alopecia, gracias al poderoso efecto que tiene sobre los folículos capilares.
Su gel, se puede usar en cabellos grasos como regulador de sebo, mientras que para el cuero cabelludo seco, sirve como alivio de la caspa y para contrarrestar los hongos.
Ahora bien, muchos se preguntarán qué tiene que ver una banana con este vegetal, y la respuesta es sencilla. La planta de aloe vera no puede cultivar hojas nuevas por si sola, por lo que necesita de la ayuda de otra especie.
Cómo generar raíces nuevas:
Para eso será necesario tomar un plátano, cortar un pequeño cuadrado, e insertar un trozo de la hoja de aloe por lo menos durante un día.
La banana se volverá marrón, pero cuando retiremos el pedazo de vegetal de la fruta, veremos que lo que hemos plantado tiene muchas raíces nuevas. Después de eso, deberemos preparar una mezcla de tierra limpia y compost de jardín.
Finalmente, sembraremos las raíces de aloe vera en esta mezcla. De esta manera, fácil y sencilla en poco tiempo habremos cultivado la planta completamente nueva, y estaremos listos para disfrutar de sus múltiples beneficios.