Si estás buscando una planta grande y que te exija poco cuidado, el Kalanchoe thyrsiflora es ideal. Es una suculenta que puede llegar a medir unos 50 cm de alto.
Originaria de Sudáfrica y Lesoto, el Kalanchoe thyrsiflora o Meelplakkie en su nombre popular africano, tiene hojas carnosas, grandes y redondeadas de color verde con un borde rojizo.
Es una planta vistosa, llamativa y fácil de cuidar. Solo precisa un poco de espacio y mucha luz solar. Cuanto más sol recibe, más rojizo se torna el borde de sus hojas.
Florecen de primavera a otoño con unas bonitas inflorescencias verdes con nódulos amarillos
“Soporta el frío y las heladas débiles de hasta los -2º C.”
En Sudáfrica hay quienes utilizan el Kalanchoe thyrsiflora como amuleto para aliviar las dificultades de la vida.
Cultivo del Kalanchoe thyrsiflora
La reproducción natural de la planta es por medio de semillas, pero nosotros en casa podemos hacerlo a partir de las hojas de la planta madre.
Utilizando una planta ya grande, cortamos sus hojas y las dejamos secar unos días sin sol directo, para que cicatrice el corte. Luego, estarán en condiciones de ser plantadas en macetas, a la sombra y con un sustrato árido.
El sustrato ideal es el que se emplea para cactus. El riego debe ser mínimo, solamente para mantener la tierra húmeda hasta que la planta largue un poco de raíz.
A las tres o cuatro semanas, estará en condiciones de ser trasplantada a una maceta más grande o directamente en el jardín.
“Al ser una planta crasa, se debe ser moderado con el riego, manteniendo ligeramente seco el sustrato o dejar que este se seque entre riego y riego.”
Si preferís preparar vos mismo el sustrato para tus plantas, te acercamos la siguiente preparación:
20% de arena ligeramente gruesa de río.
20% de arena fina de río.
40% de compost tamizado o turba.
20% de perlita o vermiculita.
El Kalanchoe thyrsiflora se verá maravillosa, en tu jardín o en una maceta grande