Georgina Barbarossa está viviendo una temporada maravillosa en Carlos Paz, junto a sus compañeros de elenco en la obra de teatro “Una Noche en el Hotel”. Recientemente, ganaron tres Premios Carlos y lo festejaron con toda la emoción sobre el escenario.
La actriz y subcampeona de MasterChef Celebrity 2 está más que agradecida con la vida, por los momentos que le brinda.
Este verano se la ve radiante, y eso hace sospechar que quizás algún amor esté rondando en el corazón de Georgina Barbarossa.
En una noche, a la salida del teatro, un periodista le preguntó directo sobre su situación sentimental actual, y la actriz quedó en jaque. Un poco incómoda y tratando de evitar el momento, comentó que a ella "le escriben".
Con esa mínima respuesta y su mirada iluminada lo dijo todo.
Ante la insistencia del reportero por saber más sobre el supuesto novio de Georgina, esta respondió que era un hombre argentino y que ella está enamorada.
Georgina es una mujer reservada para hablar de sus relaciones amorosas, quizás este hombre sea el mismo al que hizo referencia el año pasado cuando en el programa MasterChef le respondió al conductor del Moro:
“Hay un huesito de 40”
Haciendo mención al tal Héctor, que sería su novio. Y agregó:
"Ay sí, no me voy a agarrar un viejo a esta altura”
A diferencia de ese día, en esta oportunidad, Georgina habló de estar enamorada y sus ojos brillaron. Luego se despidió gentilmente y se negó a dar más detalles.
Un recuerdo siempre presente
La actriz cuando habla del amor siempre recuerda a El vasco Lecuna, el gran amor de su vida, compañero por más de veinte años que murió víctima de un delincuente en el 2001, y con quien tuvo a sus dos hijos Tomás Lecuna y Juan Lecuna.
Recientemente, en el día de San Valentín, la actriz compartió en sus redes sociales una antigua foto de ellos dos juntos en Brasil, con un sentido mensaje para él, recordando que en esa fecha quedó embarazada de sus mellizos.
Así como Georgina Barbarossa le agradece haberla hecho tan feliz y cuidarla permanentemente, suponemos que probablemente, si el vasco pudiera responder a ese mensaje, hoy la alentaría para que disfrute de la vida y se vuelva a enamorar.