La decoración de interiores puede tener muchas aristas, pero sin duda una de ellas se relaciona con espacios verdes. A la hora de elegir una buena planta para ello, te recomendamos el ficus se presenta de manera ideal.
Originario de Asia, el verde intenso y las hojas perennes hacen del ficus una hermosa decoración, sumado a la facilidad de su cuidado.
Claro está que, para surja efecto la ambientación viva, es necesario un mantenimiento mínimo para mantener el espíritu. En ese caso el ficus no te demandará mucho y además, se puede conseguir en cualquier vivero.
Para poder cuidar una planta de interior, es necesario interiorizarse en las cualidades de la especie, para lograr que llegue a su máximo esplendor. Acá, te vamos a dejar algunos consejos para que tu ficus siempre se mantenga verde y vivo.
La importancia de la luz
La luz es una de las principales cuestiones en el reino vegetal. En el caso del ficus, este no necesita de una fuente directa, sino más bien que los rayos solares lleguen filtrados.Para ello, lo ideal sería que se lo coloque cerca de una ventana a fin de evitar que sus hojas se quemen.
El ambiente ideal
Por otra parte, el ficus prefiere el clima templado y no tanto los extremos. Tanto las bajas como las altas temperaturas pueden afectar a su desarrollo. Para generar un ambiente apto, evita colocarlo expuesto a fuertes corrientes de aire.
Riego
Por último, el agua completa el ciclo vegetal y en este caso, la cuestión es más que sencilla. En si, esta planta no demanda grandes cantidades de agua, sino que es mejor basarse en el sustrato.
Para ello, será necesario regar el ficus una vez a la semana o cuando la tierra se muestre ceca. El exceso de agua (inundación) podría afectar a sus raíces expuestas.