El asado podría considerarse como una tradición cultural en nuestro país, y un ícono de nuestras mesas para celebrar momentos únicos con la familia y amigos.
Así, con la intención de degustar carne a la parrilla y de crear situaciones para reunirse en comunión, los argentinos nos juntamos alrededor de un buen asado.
Ahora bien, las charlas, el hecho de encontrarse y disfrutar junto a otros al rededor del fuego, son una de las partes más importantes, como así también, el hecho de elegir y preparar una buena carne a la parrilla.
Y como toda tradición cultural, no existe una forma exacta de hacerlo, y sabemos que hay tantas “recetas” como cocineros en relación al tema.
Pero lo que sí representa un hecho en común, es llevarse los aplausos luego de pasar horas y horas frente al fuego para asar carne, lácteos o vegetales.
Por eso, acá te vamos a dejar algunos consejos para que tus comensales se deleiten con esas preparaciones y la ovación esté asegurada.
El fuego
Para aquellos que nunca cocinaron a la parrilla, es importante que sepan que no es una tarea tan sencilla como parece. El fuego es el principal combustible, pero a veces se puede convertir en tu peor enemigo.
Tanto el carbón como la leña, necesitan ser encendidas con papel, cartón, y algún tipo de material más duradero, como ramas o madera pequeñas. Cuando el fuego comience a encender, deberás ir agregando poco a poco el carbón o la leña, hasta asegurarte de conseguir las brasas necesarias para iniciar la cocción.
Es clave que éstos no estén húmedos y que se quemen bien para evitar que se apaguen o que contaminen la carne; como puede suceder en el caso del carbón.
Una vez que las brasas están rojas y prendidas, es necesario colocarlas alrededor de la parrilla para calentar el hierro antes de colocar la carne por encima.
Cocción
Una vez que tenemos el fuego prendido, es importante que no se apague, y para ello será necesario ir alimentándolo poco a poco, separando las brasas prendidas de las que aún no están listas.
En cuanto a las cocciones, no todos los alimentos llevan el mismo tiempo. Lo primero que hay que poner son las achuras (chinchulín, mollejas, etc.) y los chorizos, dándole un buen calor desde abajo. En esta instancia, también se pueden agregar vegetales como zapallitos, papas, cebollas, berenjenas, choclos, morrones.
Luego viene el momento de la carne. Para ello es necesario conocer la temperatura en la que tenemos la parrilla. Un truco es poner la mano por encima de los hierros (sin tocarlos) y realizar un conteo para saber hasta cuántos segundos aguantas sin quemarte. Si llegas a los 10 segundos, la temperatura será media y es la indicada para iniciar la cocción.
Primero se comienza con las piezas grandes y sin hueso (vacío, tapa de asado). Después, aquellas que llevan hueso (tira de asado, costillas, costeletas, etc.), siendo necesario poner el hueso sobre la parrilla. Esto hará que se caliente y cocine la carne que esta pegada a él, la cual es siempre la más complicada de alcanzar con la cocción.
Según los expertos, a temperatura constante se tardaría entre 40 o 50 minutos en dar vuelta los alimentos, y entre 70 y 90 minutos para servirlos en la mesa.
Se recomienda salpimentar la carne antes de llevarla a las brasas. Y si se desea usar una salmuera es conveniente ir agregándola durante la cocción.
Por último, un tip muy importante es que la carne debe ser sacada de la heladera de ser posible una media hora antes de ponerla al fuego, para que recupere la temperatura ambiente. De este modo, siguiendo los consejos que te dimos, seguro que tus asados serán excelentes, los cuales se vuelven mejores cuando se comparten con la familia y amigos.