Si bien la hipnosis se utiliza desde mediados del siglo dieciocho, alrededor de esta técnica se han creado imaginarios que muchas veces distan de la realidad, más aún, si tenemos en consideración que el psicoterapeuta no tendrá bajo un total control al paciente, quien de hecho, podrá salir del estado hipnótico cuando su mente así se lo requiera.
En la actualidad, varias corrientes de psicólogos utilizan la hipnosis como una poderosa herramienta para el tratamiento de las adicciones, los trastornos de ansiedad y el insomnio entre otros problemas.
A través de esta técnica, el Psicoterapeuta nos inducirá en un estado de Simpatismo o Sugestionabilidad, que según define la Psiquiatría representa la aceptación de una idea o creencia sin ninguna crítica.
Por tal motivo, el profesional a cargo, podrá recuperar recuerdos ocultos o reprimidos de casi cualquier parte de la vida de un paciente aunque obviamente, esto no será tarea fácil si se deben desenterrar recuerdos de cuando fuimos niños muy pequeños, o bien, cuando éstos recuerdos provengan de situaciones traumáticas donde nuestra capacidad de afrontarlas se hayan visto definitivamente superadas y por ende, nuestra mente como defensa haya "borrado" dicha información.
Lo cierto es que esta poderosa técnica permite al Psicoterapeuta trabajar a través de la hipnosis en aquellas zonas o espacios donde se han ocultado los problemas y por ende, donde yace la información necesaria vinculada con la problemática del paciente, que es la que permitirá encontrar "una cura".
Todos podemos ser hipnotizados
Dado que el estado hipnótico en nuestro cerebro es algo natural, (sucede por ejemplo cuando miramos fijamente al fuego), todas las personas podrán acceder a la hipnosis, dependiendo del nivel de importancia que demos a la jerarquización del control.