Un grupo de investigadores ha descubierto un nuevo tipo de dinosaurio que habitaba la Península Ibérica hace 130 millones de años. Los expertos aseguran que este depredador, tenía una configuración de mandíbula única.
Según publicó esta semana la revista científica “PLOS ONE” los restos fósiles de este dinosaurio carnívoro que tenía la capacidad de regenerar rápidamente sus filosos dientes, fueron encontrados e identificados en Portugal.
Los paleontólogos Octávio Mateus y Darío Estraviz-López cuentan en el artículo publicado, las características de la nueva especie bautizada como Iberospinus natarioi, que significa “columna vertebral ibérica”.
Este animal prehistórico, media ocho metros y tenía la capacidad de regenerar sus dientes con rapidez, e incluso tenía algunos de repuesto porque los perdían con frecuencia.
Además, el equipo de expertos determinó que los fósiles encontrados no coinciden con las descripciones y medidas de ningún espinosaurido conocido anteriormente.
La mandíbula inferior más plana, le dio una apariencia similar a la de un cocodrilo. Allí también, tenía surcos característicos del complejo sistema de nervios del depredador.
Finalmente, tras varias investigaciones se llegó a la conclusión de que se trata de una nueva especie de espinosaurido, que corresponde a una de las tantas familias de dinosaurios terópodos.
El descubrimiento inicial
El hallazgo del Iberospinus natarioi se dio luego de una serie de excavaciones que datan de 1999, cuando el paleontólogo amateur Carlos Natário descubrió los restos fósiles de un raro animal prehistórico.
El fósil fue desenterrado entre 2004 y 2008, y tras su análisis se pensó que se trataba de los huesos del famoso Baryonyx walkeri, un terópodo espinosáurido.
Pero en 2020, Mateus y Estraviz-López realizaron una excavación adicional en la que hallaron dientes, partes de su mandíbula, un fémur y otras vértebras. Tras estudiarlas, concluyeron que se trataba de una nueva especie de dinosaurio, de la cual hoy sabemos nuevas características.