Los perros suelen formar parte de nuestros días, incluso en muchos casos se los considera como parte de la familia.
Pero fuera de las cuatro paredes, el resto de la sociedad y las leyes con las que convivimos, no suele ver a los perros de la misma manera.
Incluso, más allá de la compañía que nos suelen dar estos animales, lo cierto es que para algunos la cuestión va más allá.
Ciertas personas necesitan de un perro de compañía, ya sea por alguna discapacidad o por una condición médica, para lo cual es necesario contar con cierta documentación.
A ellos se los conoce como perros guía o de asistencias y acá te vamos a dejar algunas recomendaciones para que conozcan más de su actividad o de como relacionarte con ellos.
Leyes y comportamientos
Lo primero que hay que saber es que nuestro país los perros guía o de acompañamiento tienen una ley que los ampara (Ley 26.858). En ella se especifica el acceso, deambulación y permanencia junto a la persona que acompañan.
Para ello debe contar con la debida credencial, certificación y datos de su entrenamiento.
Estos perros son adiestrados desde muy pequeños para poder llevar adelante sus tareas, debido a que tienen que tener la capacidad de adaptarse a los lugares públicos sin irrumpir en su cotidiano desempeño.
Por otra parte, deberán llevar un “chaleco” o “pretal” que identifique que están realzando su trabajo para que el resto los pueda identificar fácilmente.
A la hora de cruzarnos con un perro que está cumpliendo estas tareas, es importante que no lo molestemos ni interfiramos en su trabajo. No los toquemos, no les demos alimentos, no intentemos llamar su atención, dado que su función es asistir la persona que lo requiere.
Por último, es importante mencionar que son muchas las tareas que estos perros pueden desempeñar. Para su mayor conocimiento sobre el tema, dejamos un listado donde podemos identificar los beneficios de tener uno a nuestro lado:
• Perro guía: para personas con discapacidad visual.
• Perro señal: para personas con discapacidad auditiva.
• Perro alerta médica: para, por ejemplo, personas con diabetes, entre otras patologías.
• Perro discapacidad física: para, por ejemplo, personas con discapacidad motora.
• Perro para acompañar niños con discapacidad intelectual.