El mandamás de Gran Hermano suele ser muy estricto con los participantes que infrinjan alguna de las reglas preestablecidas en el reglamento que firmaron antes de entrar en la casa y ahora demostró que está bien al pendiente de las acciones que realizan los concursantes y nada se le escapa.
Es por eso que, durante la gala del último jueves, Gran Hermano decidió aplicar un fuerte castigo a Juliana Díaz, quien se "olvidó" que tenía prohibido brindar información de lo que sucede afuera de la casa y apenas retornó al certamen comenzó a brindar datos muy fuertes en cuanto al juego y recibió una gran sanción.
Se suponía que el reingreso de un participante, tras la votación de los concursantes que permanecen en aislamiento, sería la oportunidad para sacarle provecho a los datos claves que obtuvieron mientras estaban afuera acerca del juego de cada uno.
Sin embargo, pese a ser advertida por Santiago del Moro, Juliana atravesó la puerta de la casa más famosa del país por segunda vez y comenzó a hablar más de la cuenta, tal es así que a pocos minutos de su ingreso le dijo a Nacho que Mora, quien aguarda su oportunidad en el repechaje, lo ama y extraña.
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Como si fuera poco, luego, en una charla con su novio Maxi, le dio detalles sobre los votos de sus compañeros y le reveló que los de Coti fueron anulados. También contó lo que se exhibe durante las transmisiones de la plataforma que está en vivo las 24 horas.
Es decir, brindó información tan sensible que rompió el reglamento acordado, motivo por el cual Santiago confirmó que en el sobre rojo enviado por GH estaba fijada una triple sanción para la joven de Venado Tuerto, Santa Fe, y procedió a brindar los detalles.
"Juliana no podrá participar de la próxima prueba del líder. Queda directamente en placa y no podrá nominar."
Es decir, a menos de 24 de ingresar a la casa, "Tini" ya metió la pata y ahora sufrirá las consecuencias poniendo en riesgo su continuidad en el ciclo al haber quedado en placa de nominación de manera directa, desaprovechando la oportunidad que se le dio para retornar al exitoso reality.
Emoción total
En vísperas de la celebración de Navidad, el mandamás del ciclo decidió convocar a los participantes al confesionario para mostrarles el saludo de sus familiares y todos se quebraron emocionalmente.
Sin embargo, Romina Uhrig, fue una de las que más lloró al ver a sus tres hijas enviándole sus dulces saludos y diciéndole lo mucho que la entrañan. Tal es así que la participante lloró desconsoladamente por varios minutos en el confesionario de Gran Hermano. Un golpe emocional muy duro para algunos y muy aliviador para otros.