Andrés Calamaro volvió a la ciudad luego de tres años de ausencia. El idilio entre el músico y su gente sigue intacto y en crecimiento constante. El Movistar Arena lució repleto y fue testigo del gran momento que vive el “Salmón”, quien desplegó tal su costumbre, su maravilloso repertorio.
La última presentación de Andrés en Buenos Aires fue a finales de 2019 cuando el músico visitó el país para presentar el sensacional “Cargar la suerte”, esta vez no había un nuevo álbum que presentar, tal vez por eso esta vez el repertorio fue más aleatorio. Andrés Calamaro, con sus infaltables gafas oscuras, recorrió su extensa y fructífera trayectoria y regaló una noche a puro rock.
Andrés le dio inicio a la calurosa noche saludando a un Movistar Arena a pleno: “Buenas noches Buenos Aires, barrio bohemio” y los acordes de “Bohemio” la canción que dio nombre al gran disco de 2013 sirvió de puntapié inicial.
La gran performance del músico estuvo sustentada por una banda ajustada y perfecta. Martín Bruhn en batería, Mariano Dominguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarra y Germán Wiedemer en piano le dieron vida a grandes clásicos como “Para no olvidar”, “Mil horas”, “Tuyo siempre”, “Los aviones” y “Alta suciedad”. En “Tantas veces” Andrés contó con la cálida presencia de Zoe Gotusso.
Para el final y luego de recordar a Pity Álvarez (Muchos cariños Pity, te estamos esperando) sonaron “Para siempre” de los Ratones Paranoicos en versión “Salmón”, “Sin documentos”, “Mi enfermedad”, “Flaca” y “Paloma”. A pura épica se cerró la sensacional noche con la multitud agradeciendo la mágica noche.
Diego Maradona en el recuerdo
Uno de los momentos emotivos de la noche llegó cuando Andrés Calamaro recordó a Diego Armando Maradona. El músico interpretó “Maradona”, canción incluida en “Honestidad Brutal” de 1999, mientras que en las pantallas pasaban uno tras otro los goles de Diego en el Mundial de México 1986.
El cierre del segmento maradoniano llegó con la sensacional “Estadio Azteca” ante el delirio de un público que no dudó en corear el nombre del eterno diez.