A tan solo 50 km de la ciudad de Córdoba, la ciudad de Colonia Caroya se impone en la preferencia de los turistas que encuentran una variedad de ofertas como pocos lugares tienen en la provincia de Córdoba.
Si uno iniciara el recorrido de los atractivos con el mismo criterio de una línea de tiempo, lo primero que se debe recorrer es el legado jesuita. En Colonia Caroya, está la primera de las Estancias Jesuíticas que hoy son parte del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO: con origen en 1616, fue residencia de estudiantes del Colegio Monserrat, fábrica de armas en el período de la Independencia del país y primer hogar de los inmigrantes.
El lugar tiene un “antes y un después” de 1878. Las tierras fueron colonizadas por familias provenientes del Norte de Italia, que levantaron un pueblo que aún hoy, a casi 145 años de su fundación, conserva las tradiciones de esos gringos.
Lo que hace un siglo se elaboraba por necesidad, hoy es la principal atracción. La gastronomía caroyense es tan importante para la economía local que cada plato tiene su propia fiesta en el calendario anual de eventos.
La producción de chacinados, especialmente el salame casero (con sello nacional de Indicación Geográfica), es la carta de presentación para quienes transitan, de paso o con escala, por el Norte de Córdoba.
Un paseo gastronómico para deleitarse
La Ruta 9 Norte es el corredor en el que se mezclan los sabores típicos con las mejores carnes asadas. Aunque ingresando a la ciudad por la frondosa (y única en su estilo) Av. San Martín, cubierta por 2500 plátanos carolinos, se pueden encontrar restaurantes con un menú aún más friulano o italiano: pastas, fricco, bagna cauda, rognosa, tablas de fiambres y otros platos que se heredaron de los conocimientos de las “nonas”.
Dentro del circuito “Los Caminos del Vino”, en esa misma Avenida se encuentra Bodega La Caroyense, la de mayor historia y más premiada de toda Córdoba, disponible para recorrer todos los días. Y desde hace pocos años, reconvirtiendo un antiguo establecimiento vitivinícola, Bodega Terra Camiare se luce entre viñedos y tecnología de punta para obtener premios internacionales por sus vinos de alta gama.
Colonia Caroya y el agroturismo
La zona rural, tan pintoresca por sus paisajes y acequias que desde hace un siglo riegan las parcelas, también tiene a Chacra de Luna, un establecimiento agro-turístico que hace honor a su slogan “Inteligencia natural”; y al Museo Casa Copetti, el único lugar en el que se puede experimentar la forma de vida de los friulanos que llegaron hace un siglo y medio.
El circuito religioso de Colonia Caroya, también expone una forma de vida basada en la fe y el sello arquitectónico en su Parroquia y capillas distribuidas en diferentes barrios urbanos y rurales.