La receta tiene un valor especial, ya que marcó mi infancia, siempre la preparaba con mi abuela, era la merienda infaltable de los domingos. Me trae muchos recuerdos lindos, por eso hoy quiero compartirla con ustedes, para que la preparen y la compartan con los más chiquitos de la casa.
Es muy fácil de hacer y les encanta a niños y grandes. Estas galletitas se caracterizan por tener un craquelado por afuera, además son crocantes y tienen un sabor a limón que las hace únicas. Si querés conocer los ingredientes de esta receta, aquí abajo te dejo cada uno con sus respectivas cantidades y el paso a paso.
Ingredientes
2 huevos
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125 gramos de azúcar
125 ml de aceite
1 cucharada de mermelada o miel
125 gramos de yogurt natural o griego
450 gramos de sémola de trigo duro o blando
10 gramos de polvo para hornear
200 gramos de azúcar impalpable
Modo de preparación
Como te dije antes, esta preparación puedes hacerla con los más chicos, pero siempre teniendo las precauciones adecuadas. Al momento de la cocción de las galletitas, los niños no tienen que estar cerca del horno.
Para comenzar esta receta debemos poner en un bowl los huevos, el azúcar, el aceite, la mermelada de tu preferencia. Cuando yo era chica siempre usaba de durazno porque era mi favorita, pero si no consumes mermelada puedes usar miel.
Por último, agregamos el yogurt y batimos enérgicamente por 2 o 3 minutos para integrar todos los ingredientes y formar una preparación homogénea.
Cuando la mezcla esta lista, rallamos la parte amarilla de la piel de un limón y lo agregamos a la preparación. También sumamos, el polvo para hornear, la pizca de sal y la sémola de a poco, mientras los sumamos a la preparación, batimos muy bien para que no se formen grumos.
Terminamos de formar la masa con una espátula, también te podes ayudar amasando con la mano. Cuando esta lista la cubrimos con papel film y la dejamos descansar por 5 minutos.
Mientras tanto ponemos el azúcar impalpable en un plato o fuente amplia para cubrir bien las galletitas.
Después que la masa descanso, empezamos a formar bolitas del mismo tamaño que luego pasaremos por el azúcar impalpable. Esta era mi parte favorita y en donde más ayudaba a mi abuelita.
Cubrir las galletitas de azúcar impalpable hará que, al cocinarse y crecer, se genere el clásico craquelado.
Cubrimos con papel manteca la base de una fuente o placa para horno y colocamos las galletitas listas, dejando un poco de espacio entre cada una. Las horneamos en un horno precalentado a 200°C de temperatura por 15 minutos.
Una vez lista, las retiramos del horno, dejamos enfriar y servimos. Espero que prepares esta receta, la compartas con tu familia y disfruten de hacerla como yo lo disfrutaba cuando era niña.