Este postre casero es típico en mi familia, siempre lo cocinaba mi abuela y a mí me encanta prepararlo para mi familia y amigos. Tiene un gusto tan especial y particularmente delicioso, que hace mucho tiempo es de mis preferidos y además, cuando alguien viene a mi hogar, siempre me lo pide. Por estas razones quiero compartir la receta con vos, para que lo pruebes y degustes con quien más quieras.
Además de rico, es fácil y rápido de hacer. El resultado de este postre es muy cremoso y se deshace en la boca, lo super recomiendo. A continuación, te detallo todo lo que necesitas y cómo preparar esta receta.
Ingredientes
1 litro de leche
1 rama de canela (cómo es difícil de conseguir, podés agregar 1/2 cucharadita de canela en polvo)
1 cucharadita de esencia de vainilla
½ cáscara de limón
6 yemas de huevo
125 g de azúcar
1 cucharada y media de Maicena (digamos fécula de maíz para no atarnos a una marca)
1 cucharada y media de leche
Canela en polvo a gusto
Opcional: galletas redondas de vainilla (tipo María o Manon)
Modo de preparación
En una cacerola colocamos la leche, la rama de canela (o media cucharadita de canela en polvo), la esencia de vainilla y la cáscara de limón. Es muy importante solo usar la parte amarilla del limón, si agregamos mucho de lo blanco aportará un sabor amargo que alterará el sabor del postre.
Una vez que juntamos todos los ingredientes llevamos a hervir por 5 minutos. Cuando esté listo, retiramos del fuego y dejamos enfriar.
En un recipiente aparte, agregamos las 6 yemas de huevo junto con el azúcar, y batimos hasta que se integren y el color de la preparación comience a aclarar.
En otro bowl más pequeño, ponemos la maicena (fécula de maíz) junto con una cucharada y media de leche y removemos para que se disuelva. Luego, lo sumamos a la mezcla anterior de huevo con azúcar, batimos hasta integrar y reservamos hasta que la leche se enfríe por completo y podamos unificar ambas preparaciones.
Una vez que la leche de limón se enfrió, lo colamos para que solo pase el líquido y la combinaremos con la preparación que ya tenemos lista. Mezclamos hasta integrar ambas mezclas y llevamos a cocinar.
Vertemos la preparación en un sartén u olla y cocinamos a fuego lento hasta que espese. Es importante no dejar de remover en ningún momento, esto hará que no se formen grumos y el postre quede bien liso y homogéneo.
Ahora sí, es momento de preparar el postre. En moldes o vasitos individuales ponemos una galleta en la base y por encima el líquido del postre. Si no quieres usar o no consigues galletas puedes evitarlas sin problema.
Una vez que llenamos todos los vasitos individuales, los espolvoreamos con un poco de canela por arriba y los llevamos a la heladera hasta que solidifiquen, lo cual llevará entre 3 y 4 horas.
Una vez que estén bien fríos, la receta habrá quedado finalizada y este delicioso postre se convertirá de seguro en uno de sus preferidos también.