El regreso de “Gran Hermano” a la pantalla de “Telefe” no solo está dando que hablar por lo que sucede dentro de la casa, sino también por lo que pasa afuera. Esta vez, fue Marianela Mirra quien logró hacerse notar, luego de lanzar toda su artillería contra Jorge Rial, quien supo ser conductor del ciclo.
La pelea entre Jorge Rial y Marianela Mirra viene de hace muchos años atrás. Todo comenzó en 2014, cuando la exparticipante del reality habría intentado ingresar como panelista de "Intrusos". En ese entonces, se filtraron escandalosos chats en donde el conductor hablaba mal de ella. Desde ese momento, ambos personajes no pararon de atacarse en los medios.
Si bien la discordia parecía haber quedado en el olvido, en las últimas horas, la ex modelo volvió a la carga. Lo hizo con un fuerte descargo desde su cuenta de Instagram.
A través de varias historias, la tucumana de 38 años, reprochó el accionar del comunicador por su análisis sobre las estrategias en el juego. Si bien no lo menciona en ningún momento, se sabe que el destinatario es él.
“Me agota la gente que vive con vibra negativa”, arrancó diciendo Marianela. Luego, agregó que Jorge Rial estaba obsesionado con todo lo que pasaba en su vida. Por esa razón, le pidió que la superara de una vez.
Con respecto a su estadía dentro de la casa de “Gran Hermano”, resaltó que desde el cuarto día, había sufrido desaires y malos tratos por parte de una de sus compañeras. Fue entonces, que volvió a la carga contra el conductor, ya que según él, Marianela había aparecido en el programa, recién el último mes.
Al parecer, lo que para Rial fue una estrategia de juego, para Mirra fue el tiempo que necesitó para acomodarse dentro del ciclo, debido a los ataques que recibió durante ese periodo.
El pasado está más vivo que nunca
Para cerrar su furioso descargo, Marianela Mirra escribió: “Dejame vivir. Olvídate de mi nombre, quiero paz en mi vida. Yo soy dueña de mi vida, no te banco más”.
De esta manera, dejó en evidencia que su furia y resentimiento con Jorge Rial, está más latente que nunca.