Este sábado Andy Kusnetzoff reunió para la noche de su programa “Ph, Podemos Hablar”, a la cantante Natalia Pastorutti, quien está por presentar sus nuevos temas, Gastón Trezeguet, quien será analista del debate de “Gran Hermano”, y además, dijeron presente el futbolista de platense Mauro Zárate, Malena Guinzburg quien está a punto de llevar su show al Teatro Gran Rex y Agustín Aristarán, Soy Rada.
Todos los invitados fueron predispuestos a responder todas y cada una de las consultas del conductor, quien como en cada programa estaba listo para invitar al punto de encuentro a todos sus invitados. Esa noche Mauro Zárate habló sin tapujos de muchos aspectos de su vida, pero todos se sorprendieron luego de escuchar el drama familiar que aún sufre.
Esa noche Andy sostuvo que no le importaba tanto la parte del club, ya que estaban hablando del polémico pase de Mauro cuando dejó de jugar en Vélez para ir a Boca, y luego añadió que él no sabía que Mauro y sus hermanos no volvieron a hablar, pues luego de su pase a Boca ellos se distanciaron.
Con la voz quebrada Mauro sostuvo que la última vez que se juntaron fue cuando su madre los junto para que le pusieran todos la mano en el pecho a su padre y luego añadió que cada uno sabe lo que hizo.
“Fue muy difícil, muy difícil para mis hijos, muy difícil para mi familia, para mi mujer.”
Lanzó el futbolista luego de sostener que él estaba tranquilo tanto con el club como con su familia. Luego recordó que uno de sus familiares fue quien le dijo traidor y al ver que no podía hablar mucho la humorista Malena Guinzburg salió a hablar.
Para ir finalizando con el tema el futbolista sostuvo que todos saben que tienen que hacer como familia y eso es darle amor a su madre, más ahora que su papá no está, apoyarla a ella y demostrarle que todos están muy bien.
Un tatuaje que salió mal
En un momento Andy lanzó que pasaran al punto de encuentro quienes recordaran una metida de pata y enseguida Mauro Zárate dio un paso hacia adelante y recordó una anécdota de un tatuaje que tenía ganas de hacerse que era para su mujer.
Mauro reveló que le recomendaron a un tatuador a quién fue para que le retratara a su mujer en el brazo, pero el resultado fue bastante desastroso, pues Mauro Zárate tuvo que cubrir el tatuaje porque el retrato no se parecía en nada a su mujer. Pero la historia tiene un buen final, ya que luego se dirigió a otro tatuador y consiguió lo que buscaba.