La acacia baileyana, también conocida como acacia mimosa o aromo, es un árbol de la familia de las leguminosas. Originaria de Australia, esta planta cuenta con 1000 especies. Es de los arboles más apreciados en el paisajismo por su abundante follaje, sus hojas pequeñas son de un bello color tornasolado que se mezcla entre los verdes y morados, su flor es color amarillo intenso.
Por su follaje a veces se lo confunde con un arbusto, pero se trata de un árbol de porte medio, puede llegar a medir hasta 8 metros de altura, aunque generalmente no pasa de los 6 metros. Esta planta es muy apropiada para jardines reducidos, su crecimiento es rápido y no requiere de una asistencia muy especial. A continuación te detallamos algunas de sus características y cuidados básicos que debes tener si plantas este árbol en tu jardín.
Características
El rasgo más impórtate de esta planta son sus hermosas flores de color amarillo intenso, con un tamaño pequeño y de forma redonda, se unen entre sí como un racimo y son muy perfumadas.
Algunas variedades presentan grandes espinas en sus ramas, por lo tanto este árbol, comúnmente es usado en zonas rurales para formar cercas defensivas o de protección. Además, su madera es tan dura que se emplea para la construcción de tipo campestre.
En cuanto al fruto, es una vaina de color negro y rojo, su forma es recta aunque algunas veces se puede encontrar encorvada. Tiene gran cantidad de semillas negras y opacas que se usan para fabricar tinta negra o para teñir cueros y lanas de forma natural.
Como ultima característica, queremos contarte algunas de las propiedades medicinales que tienen sus flores y en algunos casos la corteza: son astringente, antiespasmódico, insecticida y estimulante. Tiene propiedades digestivas, alivia el dolor de cabeza y es un gran aliado para la tos, la ronquera, el catarro, la afonía, la irritación en la garganta y hasta el asma.
Cuidados básicos
Comenzamos por la iluminación, esta planta debe estar ubicada en un lugar donde le de sol directo, le gustan las temperaturas altas, no tolera las heladas pero aguanta el frio hasta los 0°C.
En cuanto al suelo, lo mejor es que sean suelos sueltos, con buen drenaje. Lo ideal sería que tenga un sustrato de arena gruesa, granito y un poco de materia orgánica. Es importante abonarla anualmente, en temporada de primavera y verano. En caso de que estén en maceta debemos hacerlo 3 o 4 veces al año
El riego de la acacia es importante, debe realizarse 2 veces por semana. Tiene que ser un riego tranquilo, sin exceso de agua para evitar encharcamientos y por lo tanto pudrición de las raíces. Es una planta muy resistente a las sequias.
Esta planta que florece en temporada de invierno, tiene problemas relacionados a su crecimiento, a diferencia de un árbol normal, las ramas de la acacia crecen al mismo tiempo que las raíces. Este crecimiento en paralelo hace que la ramificación debilite al árbol porque no tiene suficiente fuerza y en un fuerte temporal puede partirse a la mitad.
Por esta razón es muy importante la poda progresiva, así las ramas no crecerán tan rápido y tendrán más fuerza. Se debe podar después de la floración, siempre que las hojas tengan un color verde. Además, con la poda, le damos forma ya que si crece naturalmente requiere una enorme forma muy desordenada.
Lamentablemente esta planta es muy propensa al ataque de las cochinillas, debemos revisarla cada tanto para corroborar que no haya esta ni ninguna otra plaga, en caso en encontrarla debemos aplicar el plaguicida correspondiente.
Finalmente, te contamos que esta planta se puede propagar a partir de semillas y por acodo, pero es más seguro comprarla un poco crecida.