Se podría decir que, el inicio del 2022 trajo una “nueva vida” para Soledad Aquino.
Luego de varios meses de internación, múltiples diagnósticos y cirugías, Soledad Aquino contó el difícil camino que le tocó vivir en los últimos meses.
La exesposa de Marcelo Tinelli, madre de Micaela y Candelaria ingresó a una internación a principios del 2021 por una hemorragia severa, la cual derivó en una cirrosis hepática y una úlcera de duodeno. Además, como si eso no alcanzara, tuvo que atravesar el COVID-19 mientras se encontraba en el Sanatorio Trinidad.
Por otra parte, los tratamientos llevados a cabo no dieron los resultados esperados, por lo que se optó por un trasplante de hígado para salvar su vida.
Ante el cuadro, el pronóstico se mantuvo en reserva y el 10 junio, Soledad Aquino ingresó al quirófano para recibir el trasplante.
Hoy, la exmujer de Tinelli pudo contar su versión de los hechos, las dificultades que le tocó vivir y cómo logra salir adelante, luego de luchar por su vida.
Una historia de superación
Luego de someterse a todos esos tratamientos, Soledad Aquino ya comenzó del 2022 de manera espléndida y mantuvo un diálogo con la revista "¡Hola!", donde contó su experiencia de vida.
En tato, sostuvo que: “El trasplante no es una joda: fue una cirugía de nueve horas. Cada vez que lo pienso no lo puedo creer”.
"Me tuvieron abierta durante horas y tuve dos paros cardíacos".
“Así estuve yo, luchando entre la vida y la muerte. Y yo pienso que realmente tenía muchas ganas de vivir”, comentó Soledad.
"Mis hijas me contaron que los médicos decían que lo mío era un milagro".
Asimismo, agregó que “a los médicos les decía: ‘Por favor, cuídenme que no me quiero ir’, porque yo adentro mío tenía una fuerza interior gigante”.
"Tenía muchas ganas de vivir".
Lo cierto es que Soledad Aquino, pudo superar esta mala jugada que la vida le puso en el camino y comenzar el nuevo año de una manera renovada.