En el último año y medio de pandemia, hemos tenido la oportunidad de recibir un gran volumen de información sobre diferentes aspectos del virus y la enfermedad, con lo cual en esta oportunidad salimos a buscar algunos Tips para volver al ejercicio después del COVID.
1- Hacer la consulta al médico: Antes de reiniciar cualquier tipo de actividad física, más aún luego de haber padecido COVID, deberás consultar con el profesional médico que recaudos y cuidados deberás tomar.
2- Tomarse el regreso a la actividad con calma: A tal fin, diferentes expertos sugieren planificar el regreso a través de 2 etapas diferentes, donde en la primera de ellas, se busca un reacondicionamiento físico elemental, es por ello que, los expertos recomiendan ejercicios de intensidad leve como el Yoga, Taichi y las caminatas; y luego pasar a una segunda etapa a fin de incorporar el entrenamiento aeróbico y el entrenamiento de resistencia que estará orientado a recuperar y mejorar el equilibrio, coordinación y fortaleza física.
Se debe tener en consideración la idea de poder avanzar hacia ejercicios más exigentes, debe ocurrir en forma gradual.
3-Tener mucha paciencia: Es sabido que el virus, causa cierta inflamación y la recuperación del organismo toma tiempo, frente a ello, debemos considerar que el progreso puede presentarse con tiempos mayores a los esperados, sobre todo si quien ha sido afectado por el virus, ha dejado de usar sus músculos temporalmente.
4-Escuchar atentamente las señales de nuestro cuerpo: Si se han experimentado síntomas como dolor en el pecho o palpitaciones, debe dejar de hacer ejercicios de inmediato y consultar a la mayor brevedad con su médico.
El ejercicio físico, la mejor inversión a largo plazo
Debemos considerar que estos tips para volver al ejercicio después del COVID, es siempre una inversión en nuestra propia salud en general, y los beneficios casi inmediatos que se logran incluyen un mejor dormir, la disminución de la ansiedad, la reducción en la presión sanguínea y un mejor estado de ánimo en general, mientras que en el largo plazo, una conducta regular de efectuar ejercicio reduce los riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otras enfermedades, así como también mejora la función inmunológica.