La carrera espacial tomo notoria popularidad a mediados del siglo veinte, cuando el mundo se dividía en la Guerra Fría. En 1969 la llegad del hombre a la Luna marcó un hecho histórico como parte de ese evento.
Desde ahí en adelante, las investigaciones sobre la Luna no se agotaron y hoy, China busca dar un nuevo paso en esa materia.
Si bien la caída del muro de Berlín disolvió la puja espacial, los países más pudientes del mundo continuaron sus investigaciones y los chinos parecen haber tomado la delantera.
Con el objetivo de lanzar una misión tripulada hacia el satélite y generar una base permanente allí, el gobierno chino invirtió millones y millones de dólares a fin de crear una Luna artificial que permita recrear las condiciones naturales para realizar algunas pruebas previas.
Según comentó el ingeniero geotécnico de la Universidad de Minería y Tecnología de China, Li Ruilin, “es la primera de su tipo en el mundo y, según las investigaciones, podría mantener esas condiciones de baja gravedad durante el tiempo que se requiera.”
En ese sentido, esta Luna Artificial funcionará como lugar de pruebas para determinar la viabilidad de ciertos objetos al someterlos a las condiciones naturales recreadas.
Qué es y cómo funciona la Luna artificial
Más allá de que surgieron varias especulaciones al respecto, los investigadores dieron a conocer algunas características de este novedoso proyecto.
La idea principal es que funcione como una especie de simulador, el cual lleva adelante una tecnológica de lo más novedosa.
Para ello, se aplican campos magnéticos externos que alteran los átomos de un objeto. El resultado es cambiar la polaridad de los electrones y con ello lograr la levitación.
Este proceso permitirá que se repliquen las condiciones lunares en un campo interno de 60 centímetros. Además, con el fin de recrear el entorno natural de la superficie lunar, se añadirán objetos minerales que simulen dichas condiciones.