La actitud de Viviana Canosa de tomar —supuestamente— dióxido de cloro un año atrás no solo fue peligrosa y atentó contra los esfuerzos colectivos de aminorar los efectos producidos por la pandemia de coronavirus, sino que, además, ese mismo mes, un niño falleció en Neuquén luego de que su padre y su madre le administraran dióxido de cloro.
El riesgo de ese comportamiento miserable se cristalizó con la muerte de una infancia, como prueba de la importancia que tienen los medios de comunicación de masas y su capacidad de formar subjetividades
Por consiguiente, la conductora Viviana Canosa fue multada por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) por “haber tomado dióxido de cloro en vivo durante su programa de televisión”. No conforme con eso, Canosa redobló la apuesta a través de la publicación de un tweet que incluye una foto donde toma la supuesta sustancia al aire.
En el estudio televisivo, Canosa acompañó la ingesta de la supuesta sustancia con la recomendación del componente como remedio válido contra el coronavirus, pese a la prohibición del compuesto químico por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Viviana Canosa, que durante todos estos meses de pandemia atentó contra los cuidados comunitarios y contra cada medida tomada por el Gobierno nacional, fue sancionada por haber tomado “dióxido de cloro en vivo” y por haber asegurado: "Oxigena la sangre, me viene divino; yo no recomiendo, yo les muestro que lo hago".
El comportamiento perverso de la mediática, que viene marcando la agenda pública, recibió su sanción, aunque es insuficiente luego de que, en parte por su promoción, un niño muriera en el intento de tomar la mencionada sustancia.