Jueves 16 de Noviembre 2023
ADIOS

Pil Trafa: adiós a un ícono de los años 80

Te contamos quién fue el líder de una de las bandas más polémicas de la Argentina, que patearon el tablero y alcanzaron reconocimiento a nivel internacional.

Pil Trafa: adiós a un ícono de los años 80. Fuente: (Twitter)
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Hoy amanecí con la noticia del fallecimiento de Pil Trafa. Nunca fui muy rockera, más bien pop/rock de sonidos más melódicos o tolerables, como Tina y "The Best" o los "lentos" indiscutidos de Def Leppard.

Si bien el nombre de la banda liderada por Pil choca, ahora, y chocaba en los 80, la noticia no deja de remontarme de manera inmediata a esa década tan marcada por las expresiones artísticas.
 

"El mejor momento de tu vida es cuando no tenés nada, porque cuando tenés algo ya sos un conquistador"

 

Los años 80 fueron —en nuestro país— años de búsqueda, de expresión rica a través del arte, de todas las artes. A inicios de la década (1982), Argentina comenzaba a salir, de a poco, de una larga, oscura y fría noche.

Años de dictadura habían sumido a gran parte del pueblo en tristeza y miedo; fundamentalmente, miedo a expresar, a decir, a pensar o sentir lo "equivocado" y, entonces, ¡zas!

A lo largo de esos años, los artistas fueron organizando sus "resistencias" a través de las diferentes disciplinas del arte: Teatro Abierto fue uno de los movimientos que se gestaron en aquella época. Muchos cantantes, actores y escritores debieron exiliarse en el extranjero porque sus letras o sus expresiones eran consideradas revolucionarias o subversivas; muchos estaban prohibidos. Sí, los argentinos teníamos prohibido leerlos o escucharlos.

 

 

Al regresar la democracia, en 1982, el pueblo aún tenía miedo. El consejo de mi madre cuando nos dejaba en la escuela era "no digas lo que pensás", y ese miedo perduró en ella aun varias décadas más tarde, al punto que en 1996, cuando ingresé a la Universidad de Buenos Aires, me recomendó "no meterme en líos" y callarme la boca ante debates de índole política.

Recibir la noticia del fallecimiento de Pil Trafa me remontó de manera automática a la ciudad de Mar del Plata, a la casa de unos amigos de mis padres, en la cual, su hijo mayor, apodado "El Conejo", se había vuelto punk y para esos padres era todo "un horror". 

 


Conejo vestía de cuero, con muñequeras de tachas, cadenas y espuelas en las botas. Había dejado a su novia de toda la vida tejiendo a dos agujas en la cocina para los hijos que nunca tendría con él, que ahora salía con Patito, una chica punk rock con cresta amarilla (en aquella época, cuánto más alta la cresta más copado eras).

La habitación del Conejo estaba pintada con aerosol, vinilos pegados en la pared, poster de Sex Pistols, Kiss y, claramente, sonaba a todo volumen "1, 2, Ultraviolento" y los hits de "Pescado Rabioso".

 

 

Desde mis ojos de niña de 8 o 9 años pude asistir al corazón de los años 80, pude ver y reconocer que la diversidad no solo enriquece, sino que la apariencia del otro nada tiene que ver con su interior y con sus valores humanos.

Viví una infancia plena en los 80, donde las escuelas eran amenazadas de bomba y había que evacuar, donde el pueblo tenía miedo y mi abuela decía que los rockeros "se rascan la barriga" (por el gesto de tocar la guitarra).

Esos años fueron ricos, muy ricos en cultura, en pensamiento, en creatividad.  Los artistas buscaban la manera de decir, a través de metáforas, con eufemismos, y todas las expresiones de las diferentes ramas del arte eran bellas, poéticas, novedosas; comenzaban a aparecer de a poco las nuevas tecnologías, y los sonidos iban cambiando, evolucionando.
 


El rock y el punk rock fueron emergentes en los 80, movimientos culturales que si bien eran de carácter global, aquí marcaban lo contrario a la opresión: impulsaban la libertad, rompían esquemas, bregaban por un nuevo paradigma.

Esa iniciativa y tantas otras fueron íconos de una época, como las mujeres en el rock —espacios que hasta ese momento eran solamente reservados para hombres—. María Gabriela Epumer, Celeste Carballo, Claudia Puyó, Las Viudas e Hijas de Roque Enroll (quienes se escudaban en la sátira para abrirse camino con sus talentos en un espacio que les era negado), eran expresiones que marcaron el inicio del respeto por la diversidad. Hay debates sociales que solo pudieron darse porque ellos y ellas se plantaron contra el qué dirán y exigieron poder ser quienes querían ser.

 

 

Así despedimos hoy a Pil Trafa, el líder de una banda cuyo nombre es polémico, pero no por eso le quita mérito. Los Violadores (de la ley) han sido la única banda argentina de punk rock que ha logrado reconocimiento a nivel nacional, local y regional.

 

Fuente: (Télam)