Se acerca un nuevo 24 de junio: es inevitable recordar el fatal accidente en el cual perdió la vida el cantante de música popular más aclamado de todos los tiempos: Rodrigo. El cantante de cuarteto hizo explotar el género cordobés a nivel nacional, con lo que agigantó su figura al máximo en pocos pero vertiginosos años, hasta su trágico final.
Rodrigo Alejandro Bueno nació en 1973. Su padre era productor musical; su madre, Beatriz Olave, compositora. No había otra forma que su proyecto no comenzara en la música desde muy temprana edad. A los dos años, un amigo de la familia, Carlos "La Mona" Jiménez subió al niño al escenario por primera vez.
Su ámbito de crecimiento fue en el baile. Si bien tenía una banda de rock y estudió folklore, era muy feliz cuando, desde joven, la banda Chébere lo invitaba a cantar algún tema. Fue a los 13 años que lo invitaron, formalmente, a cantar en el grupo Manto Negro. El profesionalismo había comenzado.
Eduardo, padre y representante, dio por terminada la etapa de Manto Negro tras seis años sin alcanzar el éxito. Vendrían 10 años de construcción de su carrera con contratos discográficos cada vez más importantes, para escalar posiciones en la difícil escena tropical porteña.
Rodrigo Bueno El Potro - Oficial
El fallecimiento de su padre puso un alto, y un cambio de juego, en la representación y dirección del artista que, después de no acertar con la grabación de un disco de salsa y merengue, llegó al sello Magenta. Con esa discográfica lanzó en 1996 "Lo mejor del amor", disco que le valió un premio ACE y fue la bisagra de su carrera musical con un enorme éxito.
Durante 4 años, Rodrigo capturó la escena musical y mediática. Su siguiente disco "La leyenda continúa" fue Disco de Oro y "Cuarteteando" lo consolidó además con la crítica que se rendía a sus pies. Cada uno vendió 60 mil copias.
Para 1999 llegarían "El Potro", un recopilatorio y "A 2000" que trajo mega éxitos que incluyó temas como "Yerba mala", "Soy cordobés", y "Un largo camino al cielo".
Para el año 2000, Rodrigo tocaba 50 conciertos en un verano en la costa atlántica, y uno en Mar del Plata para 100 mil personas. En Buenos Aires, rompió récords con 13 presentaciones en el Luna Park en la que pudo cantarle a Maradona su tema homenaje "La Mano de Dios".
En el vértigo de los escenarios y una vida intensamente llevada por amores, pasiones y el disfrute de estar en lo máximo de la carrera, Rodrigo falleció en un accidente mientras volvía de un recital, y pasó a la inmortalidad. Sus canciones se transformaron para siempre en parte del patrimonio nacional.