La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se vio envuelta en un escándalo en las últimas horas, tras asistir a la obra El Acompañamiento, protagonizada por Luis Brandoni, en el Multiteatro.
La sala funcionaba con un aforo del 50 %, ya que para su apertura tuvo que adaptarse a los protocolos sanitarios señalados por la ciudad de Buenos Aires.
Patricia Bullrich ingresó a la sala —con la obra ya comenzada— junto con Hernán Lombardi, Maximiliano Guerra, Fernando Iglesias y Facundo Suarez Lastra.
El conflicto surgió cuando la dirigente se acomodó en una serie de butacas, que, según los cuidados, debían permanecer vacías. Fue el abogado Christian D’Alessandro, que se encontraba sentado en la fila de adelante, quien protestó interrumpiendo la función: denunció que Bullrich y su pareja estaban mal ubicados, sin respetar la distancia requerida por el protocolo.
En declaraciones radiales, el letrado contó: "Fui a verlo a Brandoni, con quien no comparto ideológicamente nada, pero destaco su calidad actoral".
"Los pusieron justo detrás mío, en un lugar que no se debe utilizar porque el aforo debe ser del 30 %. Me puse incómodo porque no me gustaba la situación y no podía decirlo", agregó. Ante esto, intentó avisarle a la acomodadora: "Cuando veo que nadie reaccionaba, paro la obra. Pido que saquen a esta persona de atrás y no la sacan".
D'Alessandro continuó: "Brandoni corta la función, me doy vuelta y me doy cuenta que la mujer que estaba atrás mío era Patricia Bullrich".
El empresario teatral Carlos Rottemberg sostuvo que "se han cuidado mucho los protocolos". De la misma forma se defendió a Luis Brandoni, quien declaró que "estaba correctísimo, la ubicación era perfecta".