Los budines son un clásico infaltable, para acompañar el mate, el té, el café, como postre o porque sí, porque simplemente nos encanta el budín.
Si estás de acuerdo con eso, entonces esta receta es para vos y, si hasta ahora no te parecía algo fantástico, pues ahora te vas a transformar en fan de este budín.
Ingredientes
- Secos:
250g (2 tazas) de harina de espelta (o trigo) tamizada
50 g (1/3 taza) de azúcar morena sin refinar, o azúcar de coco
120 g (1/2 taza + 1 cucharada) de azúcar morena clara
5g (2 cucharaditas) de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal rosa
20g (2 cucharadas) de semillas de amapola
Ralladura de 1/2 limón
- Húmedo:
240 ml (1 taza) de leche vegetal
65 g (1/3 taza) de aceite de coco derretido
40 ml (2 cucharadas) de jugo de limón
- Crema:
100 g de castañas de cajú remojadas durante la noche
1 cucharadita de pasta de vainilla (o esencia)
70 g de crema de coco (la parte sólida de una lata de leche de coco)
20 g (1 cucharada) de aceite de coco derretido
Ralladura de 1/2 naranja o limón
1 cucharadita de jugo de limón
Preparación
- Precalentar el horno a 175°C
1. Aceitá ligeramente y forrá con papel manteca un molde para pan de 22x10cm.
2. En un tazón grande, combiná los ingredientes secos y batí bien.
3. En otro tazón, mezclá el jugo de limón y la leche de soja, revolvé y dejá cuajar durante 5 minutos. Agregá el aceite de coco derretido y la vainilla, revolvé. Asegúrate de que todos tus ingredientes estén a temperatura ambiente.
4. Vertí la mezcla húmeda sobre los ingredientes secos y mezclá suavemente para combinar. No mezcles demasiado.
5. Poné la preparación en el molde preparado.
6. Horneá a 175°C durante 55 minutos o hasta que un palillo insertado cerca del centro salga limpio.
7. Dejá enfriar en la sartén durante 10 minutos y luego colocalo en una rejilla para enfriar por completo.
- Glaseado: enjuagá y escurrí las castañas de cajú. Luego colócalas en un procesador de alimentos junto con el resto de ingredientes. Mezclá hasta que quede suave.
8. Cubrí el bizcocho enfriado y déjalo reposar un par de horas.
¡Listo! Nos llevó un trabajito pero hemos logrado un producto exquisito y delicado que les encantará a grandes y chicos.
¡A disfrutar del budín!