Invitada en el último programa de Debo Decir, por la pantalla de América, Pamela David reveló uno de los proyectos que busca reflotar a futuro.
Ante la pregunta de Novaresio, sobre lo que le quedaba pendiente a realizar, Pamela David expresó: “yo quería ser actriz de telenovelas. Veía actuar a Grecia Colmenares y yo venía de Santiago del Estero con la valijita y decía ‘eso quiero ser’”.
Allá por el año 2000, en la TV argentina irrumpieron los Reality Shows de la mano de Gran Hermano y El Bar. En este último, participó Pamela lo que le valió para saltar a la fama.
Esa exposición la posicionó en los medios y tuvo sus primeras actuaciones en el unitario “Doble Vida”, que emitía en las noches de América. Además, supo participar en innumerables teatros de revistas, realizando temporadas de verano en Carlos Paz y Mar del Plata
Pero luego, su carrera dio un vuelco y se ganó un lugar como conductora al frente de los magazines Desayuno americano y Pamela a la tarde, con los que supo ganar el Martín Fierro.
Ahora, buscando nuevos desafíos, Pamela reveló que durante la pandemia se fue amigando con la actuación.
“Me vi un montón de series y me dije ‘ay, yo quiero’. Voy a volver a anotarme, voy a hacer castings y no te voy a decir protagonista porque quizá me falten años de estudio, y porque soy muy respetuosa de eso, pero me encantaría hacer ficción”, concluyó la conductora.
Una rivalidad que prescribió
En esos inicios del siglo XXI, otra que supo irrumpir en los medios gracias a los Reality Shows fue Silvina Luna, quien por esos días fue parte de la segunda edición de Gran Hermano.
Al poco tiempo, la rivalidad entre las colegas le ganó a las similitudes que las acercaban y la pelea se instaló en los medios.
Al respecto, Pamela comentó en Intrusos, “éramos como muy inmaduras, y nos venían a buscar los periodistas a la salida del teatro, metían fichas y una se enganchaba”.
“Yo siempre fui buena, por más que me vean cara de mala. Trabajamos un montón, teníamos lo de La Peluquería de Don Mateo, pero también trabajábamos como modelos de Ricardo Piñeiro y viajábamos mucho al interior”, agregó.
“Creo que con Silvina teníamos más cosas en común que diferencias”, concluyó pensante Pamela David.