Wanda Nara sigue dando grandes sorpresas, pero en esta ocasión lo hizo con sus clientas.
Con peluca negra, anteojos y la clásica remera del local, Wanda Nara se puso en el rol de vendedora.
La empresaria lo había planificado con anterioridad y su plan fue ejecutado a la perfección.
El miércoles, antes de pasar por la casa del niño pastelero Joaquín Nahuel, la esposa de Mauro Icardi decidió infiltrarse y pasó por un rato de ser la dueña del local, a ser una más de las vendedoras.
“Voy a ser una vendedora infiltrada... ¿Me reconocerán? Nos vemos en el Abasto”.
Mediante sus redes sociales, Wanda anunció la sorpresa que le esperaba a quienes fueran a comprar sus maquillajes.
Junto con la ayuda de su estilista personal Kenny Palacios, la influencer se cambió el look radicalmente y dejó con asombro a sus clientes.
En el nuevo local Wanda Cosmetics, inaugurado hace una semana en el Shopping Abasto, la empresaria estuvo al frente del mostrador como vendedora y luego se ubicó como cajera.
Con el plan ya ejecutado, algunos clientes pensaron que los atendía alguna de las vendedoras; en cambio otros si se dieron cuenta que quien estaba detrás de todo ese camuflaje era la mismísima dueña, algo que los dejó completamente asombrados.
Posteriormente, las reacciones más divertidas con quienes la descubrieron, fueron compartidas por la hermana de Zaira mediante sus historias de Instagram.
En el video verán la historia completa.
Wanda Nara. (Fuente: Instagram).
Las pequeñas se han unido
Tras su llegada a la Argentina, Wanda se ha instalado en la propiedad que tiene en el barrio Santa Bárbara, pero a la vez pasa tiempo en su lujoso departamento ubicado en la Torre Chateau, en Avenida Libertador.
Allí sus hijas encontraron una vecina con quien jugar: Matilda, la hija de Luciana Salazar.
“Tramitame tanta belleza junta!”.
La modelo compartió una imagen de las tres niñas jugando en el cumpleaños de Matilda, mediante un posteo súper tierno que la botinera reposteó.
Las hijas de Wanda Nara y Mauro Icardi ya hicieron amigas en el país.