El ambiente estaba oscuro, su voz se mantuvo normal mientras el dolor iba creciendo en su interior. Los últimos acordes se disiparon en el espacio. Tratando de evitar que se notará su malestar, se alejó del escenario. Luego vino el auto, la casa, la habitación, el dolor. Dos días después, Luca Prodan nos abandonaba.
La muerte de Luca Prodan llenó de dolor a la nación rockera de la nueva ola, que acababa de perder a uno de sus pilares fundacionales. El 22 de diciembre de 1987, luego de dar un concierto en la cancha de los Andes con su banda Sumo, nos dejaba este calvo, poliglota, histriónico; que llegó de Italia escapando de la heroína con muy pocas esperanzas de sobrevida debido a lo complejo de su cuadro. Los aires de Córdoba, le renovaron las perspectivas de supervivencia y entabló una lucha sin cuartel, que mantuvo hasta su último aliento, en la habitación del barrio porteño de San Telmo.
El pelado llegó a la Argentina en pleno proceso militar por videos de los '80, una época en la cual se prohibía la reproducción del consumo de productos en lengua inglesa; él rompe en la escena del rock nacional que se encontraba en pleno desarrollo y metamorfosis desde sus orígenes allá por los '60 fines de los '70, donde entran en escena quiénes empiezan a dar otra cara a la música popular de la juventud, tratando de poder recibir estímulos de Europa, de Estados Unidos o cualquier lugar del extranjero; dónde el reggae, la new wave, inclusive el punk rock, se expresaban de manera que aquí solo soñábamos.
En perfecto inglés, recordemos que parte de su educación fue impartida en la Gordonstuon School, colegio considerado uno de los más prestigiosos de Europa, donde también asistía el príncipe Carlos de Inglaterra en la misma época; Luca nos regaló melodías que parecían imposibles de generar en esos tiempos, en nuestras tierras.
Su impronta física también marcó un antes y un después en un momento en el cual nuestra escena del rock solo pertenecía a los peli largos. Algo desgarbado, sin mostrar gran preocupación por su vestimenta, Prodan inmediatamente tomó una posición decisiva en la movida under.
Pese a que Luca pudo abandonar la adicción a la heroína, en ese mismo proceso se hizo dependiente del alcohol, específicamente de la ginebra y, con el tiempo, fue víctima de una cirrosis hepática que le produjo una hemorragia interna, la cual derivó en un paro cardíaco.
El legado musical en Argentina: Sumo
Sumo como banda es fundada en 1981, con una primera formación en la cual estaba Luca en la voz, Germán Daffunchio en guitarra, Alejandro Sokol en bajo y Stephania Nuttal; quien supo ser baterista de Joy Division y vino desde Inglaterra para convivir con Luca, su novio de aquel entonces. Pero cuando se desató el conflicto bélico de Malvinas, Stephania retorna a Inglaterra y el cantante se queda solo.
Con el tiempo la formación de Sumo fue modificándose, hasta llegar a estar conformada por German Daffunchio y Ricardo Mollo en guitarras, Diego Arnedo en bajo, Alberto "Superman" Troglio en la batería, Roberto Pettinato en el saxo y Luca Prodan en voz.
A lo largo de los 6 años en que duró la banda, nos entregó 3 discos oficiales: "Divididos por la felicidad" (1985), "Llegando los monos" (1986) y, "After Chabón" (1987).
De su época, se conocen incontables cantidad de cintas realizadas antes de las grabaciones oficiales; entre ellas la versión cassette del primer disco publicado intitulado "Corpiños en la madrugada", y vuelto a editar oficialmente 1992. De este modo, en 1989 se lanzó el disco póstumo "Fiebre", con temas en estudio y algunos en vivo.
Algunos de los éxitos inoxidables que nos dejó Luca Prodan son: "Los viejos vinagres", "Fu.. you, La rub.. tarad. Regtest, Crua-Chan", "Mañana en el Abasto", "Heroína", entre muchos otros más.