La biografía de muchos íconos del entrenamiento físico comienza con una historia de superación. Joseph Pilates, B.K.S., Iyengar, entre otros, tuvieron numerosas enfermedades y no sólo lograron superarlas sino que se transformaron en maestros. La historia de Bret Contreras comienza en Arizona (EE.UU.), con una preocupación muy particular: no tenía glúteos.
En su libro “Laboratorio de Glúteos” (2019), Bret Contreras describe: “Mucho antes de ser conocido como el ‘Glute Guy’ (‘el tipo de los glúteos’ en inglés), era un adolescente flaco y larguirucho”.
De este modo, el entrenador cuenta una anécdota: “Estaba jugando al golf con el novio de mi hermana, y en un momento, cuando fui a golpear, dijo: ‘Sabes, Bret, no tienes [...] Pensé, si esto es lo que dice el novio de mi hermana, imagina lo que piensan todas las chicas de la escuela”.
Bret no se dió por vencido, leyó todo lo que pudo leer. Entrenó duro, se alimentó sanamente, y puso énfasis en los clásicos ejercicios constructores de piernas, como sentadillas y peso muerto; pero sabía que aunque los glúteos se activen, aún así no dominan la acción. Necesitaba más que eso.
“Estaba jugando al golf con el novio de mi hermana, y en un momento, cuando fui a golpear, dijo: ‘Sabes, Bret, no tienes [...] Pensé, si esto es lo que dice el novio de mi hermana, imagina lo que piensan todas las chicas de la escuela”.
El entrenamiento le apasionaba, por lo que decidió dejar su trabajo como profesor de matemáticas y comenzar una carrera formal en el campo del acondicionamiento físico.
El 10 de Octubre de 2006, Bret tuvo una epifanía mientras veía una pelea de la franquicia UFC, se enfrentaban Ken Shamrock vs Tito Ortiz. No tenía una preferencia particular por alguno de ellos, solo quería ver una pelea estelar.
Mucho antes de la mitad del primer round, Ortiz logró montar a Shamrock, es decir sentarse sobre el cuerpo del oponente, posición desde donde se tiene amplia superioridad. “¡Quítatelo!” gritó Bret, pues no quería que la pelea terminara tan pronto.
Eso le inspiró una gran idea: si encontraba una forma adecuada de agregar carga al tradicional puente de caderas entonces podría fortalecer los glúteos de manera notable. Luego de muchas pruebas nació el "Hip Thrust" ('Empuje de cadera' en inglés).
A simple vista puede parecer una pequeña modificación del puente de cadera y en algún sentido lo es, pero la diferencia finalmente es muy grande. En el Hip Thrust, se puede cargar una barra pesada con seguridad y el ángulo es óptimo para el trabajo de glúteos.
Cuando este ejercicio empezó a tener difusión aparecieron los detractores, primero decían que era muy peligroso. De cualquier modo, continuó sumando adeptos y a extenderse su práctica, fue cuando los detractores dijeron que ya existía desde hace tiempo.
Y el reconocimiento, un día llegó
Finalmente, el mundo del fitness le dió a Bret Contreras un justo reconocimiento. No se trata de un One Hit Wonder (“maravilla de un solo acierto” en inglés). Lejos de eso, el Hip Thrust es sólo una parte de su trabajo.
Hoy es un referente indiscutido, tiene su centro de entrenamiento, ha publicado libros, artículos, tiene más de un millón de seguidores en su cuenta de Instagram, donde se pueden seguir sus consejos y conocer un poco más sobre su trabajo.
El público de Contreras está compuesto mayormente por mujeres, aunque no de manera exclusiva. El trabajo con pesas y el desarrollo muscular dejó de ser una búsqueda particularmente masculina.
“Si crees que levantar pesas es peligroso, prueba ser débil. Ser débil es peligroso”. Gran moraleja nos deja Bret Contreras, a quien que le “fascinaron los glúteos, porque no tenía ninguno”.