Un 30 de octubre de 1951 nacía el gran Diego Armando Maradona, el mejor jugador del fútbol y un personaje que nos daría muchas alegrías, no solo dentro de la cancha sino fuera también.
"El Diego" sería más que el gol a los ingleses con el que ajusticiaría, para el pueblo argentino, la muerte de los pibes en Malvinas. Fue un tipo que supo sacar sonrisas con sus ocurrencias y carisma.
Hoy, que es el primer cumpleaños sin él, muchos eligen recordarlo con sus grandes jugadas mientras que otros van al baúl de las millones de situaciones que nos dejó en la televisión argentina.
Dificíl poder elegir un solo momento televisivo del "10", pero si hay una frase y una situación que los argentinos y argentinas jamas olvidan es la que surge de su despedida en La Bombonera. Allí, en el año 2005, un "Pelusa" emocionado, frente a un público desbordado, no dudo nunca dejar en claro que el "se equivocó y pagó, pero la pelota no se mancha."
Maradona y el "Potro"
Corría el año 2000, y Diego Armando Maradona buscaba recuperarse de sus adicciones en Cuba. Hasta allí se fue el cantautor cordobés Rodrigo Bueno, para presentarle una canción que transcendería la historia, las generaciones y el tiempo.
Acompañado por el programa "Versus", el "Potro" llegó a La Bombonerita, lugar donde vivía el jugador de fútbol en la isla. Allí, frente a quienes lo acompañaba, le cantó directamente "La Mano de Dios".
Fue un encuentro único e inimaginable, que con el paso de los años se convirtió en un himno maradoniano y que, vaya donde vaya, siempre se va a escuchar "y todo el pueblo cantó Maradó Maradó", como lema universal.