Miguel Ángel Russo ya no es el entrenador de Boca. El Consejo de Fútbol del club se lo hizo saber ayer y, al mismo tiempo, dispuso que su reemplazante sea Sebastián Battaglia. El DT de 65 años cierra su segundo ciclo a cargo del primer equipo de la rivera luego de una racha de juego deslucido y sin efectividad.
La derrota del último fin de semana frente a Estudiantes de La Plata, por 1 a 0, terminó por anotarse en los libros de historia boquenses como el último de Russo, tras más de 15 partidos sin ganar.
Haber sido el último técnico de le dio la Copa Libertadores a Boca en el 2007 fue suficiente para que, una vez que Jorge Ameal y Juan Román Riquelme alcanzaron la presidencia del club a fin de 2019, pensaran en él para comenzar su gestión.
Todo indicó que había sido una decisión correcta, porque en enero de 2020, luego de una seguidilla de triunfos, Boca le arrebató la Liga Profesional al River de Gallardo. Al regreso de la pandemia, volvió a lo más alto al quedarse con la Copa Diego Maradona.
Fuente: (Televisión Pública)
Los títulos llegaron pero el ciclo siempre tuvo sus conflictos. El Consejo de Fútbol complicó bastante el camino de Russo con innecesarias tensiones con jugadores del plantel en medio de sus negociaciones, y hasta con el último ídolo del club que se cansó y dijo basta.
Boca no juega bien ni impone su juegos hace mucho tiempo, y eso es razón suficiente para que un entrenador se vaya, en la lógica depredadora de la actualidad de fútbol. Pero queda por revisar, en el xeneize, si todo fue su responsabilidad y si no habría que hacer más cambios en la estructura del fútbol en Boca para cambiar el camino.
Russo pretendía quedarse para tratar de ganar la Copa Argentina. El pase a cuartos ganándole al clásico Rival (con el cual se emparejó mucho la estadística en la era Russo) parecía haberle ofrecido esos latidos al corazón herido del cuerpo técnico.
Los 60 partidos de la segunda etapa de Russo en el xeneize trajeron 30 victorias (considerando las dos series obtenidas por penales ante los millonarios), 18 empates y 12 derrotas. Cuando dejó afuera a River el último 4 de agosto, el técnico se lo dedicó: "A todos los que dudan de nosotros".