Después de tiempos bravos con la selección, el equipo una vez más vuelve a contagiarnos con lo mejor que pueden irradiar. Messi y compañía despliegan voluntad colectiva y sacrificio en cada partido, y esto provoca un sinfín de emociones.
El equipo de Brasil es imponente con su calidad de juego, pero la selección ya nos contagió de la mejor manera: creemos que es posible. Por la entrega, por poner lo colectivo por delante, por el esfuerzo, por la pasión. En Argentina, hay equipo.
Detalles finales
Messi y compañía ya están en Río de Janeiro con entrenamientos suaves y a la espera de lo que resuelva el cuerpo técnico, respecto del 11 inicial, contra los anfitriones. Es difícil pensar que Cristian Romero esté entre los titulares. El gran defensor arrastra dolores en la rodilla derecha que lo alejó de los últimos juegos. Pezzella, su reemplazante (que tuvo buenas actuaciones), parece fijo para la zaga central junto con Otamendi.
Después de rotar titularidad y suplencias por decisiones técnicas o estratégicas, los cuatro laterales están a la espera de su confirmación. Molina o Montiel por la derecha (jugaron un tiempo cada uno contra Colombia) y Acuña o Tagliafico por izquierda.
El último gran dilema que tiene el DT es quién será el volante central. Guido Rodríguez le ganó el puesto a Leandro Paredes, que igual ingresó con un alto nivel frente a los cafeteros. Si bien algunos piden que Di María esté desde el comienzo por su notable rendimiento en el último partido, mantendría su habitual ingreso en la segunda parte.
El objetivo de las últimas horas antes del partido está en la recuperación física, por el alto desgaste que arrastran los jugadores por la continuidad de partidos. En la jornada de ayer, los testeos por coronavirus dieron todos negativos. Parece estar todo listo.