Dicen que hay que verbalizar los deseos. Que circulen las energías para que los planetas, tal vez, queden alineados. Será por eso o por algún otro motivo, pero, esta vez, Marcelo Gallardo hizo público como nunca su más profundo deseo de dirigir a la selección nacional de fútbol.
Sucedió en el exitoso programa F90 que conduce Sebastián Vignolo por ESPN: el entrenador de River aprovechó la calma que le ofrece la pretemporada en Orlando para expresarse abiertamente. Ante la sentida pregunta del exzaguero y estrella televisiva Oscar Ruggeri sobre si veía en su futuro trabajar en la selección, Gallardo no se contuvo:
Me encantaría ser el entrenador de la selección en un futuro, pero tienen que coincidir ambas partes. Tiene que haber un plan, un proyecto. Les diría que me vengan a buscar si hay ideas
Es la primera vez que el técnico de River pone en estos términos y tan abiertamente la ilusión que le produce ocupar el cargo. En varias ocasiones de la entrevista deslizó que, aun cuando habría un ritmo muy distinto al de los partidos semanales y el contacto cotidiano con los jugadores, la envergadura del rol lo amerita.
Según los periodistas deportivos del propio programa, al exjugador de River, Mónaco, PSG y Nacional de Montevideo, se le iluminó la cara al detallar lo gratificante que sería seleccionar a ese nivel de jugadores y dedicarse artesanalmente a la preparación intensiva de un torneo corto, como una Copa América o un Mundial, en el que durante un mes solo se trabaja en eso.
Fuente: (ESPN)
La entrevista será un documento histórico el día de mañana si los caminos del apasionado entrenador desembocan en la AFA. A diferencia del Cholo Simeone, que planifica la tarea seleccionadora para cuando peine más canas, el DT millonario dijo que no tiene inconvenientes en tomar el cargo de joven.
Muñeco de selección
Gallardo jugó en todas las divisiones juveniles de Argentina, además de ser parte de 46 partidos (y de anotar 14 goles) con la selección mayor. Tuvo presencia en dos Copas del Mundo, las de 1998 y 2002, y fue parte de la conquista de la medalla plata en los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta.
En la entrevista tuvo oportunidad de desmentir un antiguo rumor que aseguraba que había rechazado el deseado cargo al frente de la celeste y blanca. "Nunca me llamaron. Escuché que dijeron que me ofrecieron o la rechacé. Imagino que no coincidíamos con los tiempos, pero no hubo un contacto", concluyó.