Ayer, en un movimiento autoconvocado, travestis y trans se movilizaron hasta la Casa Rosada para pedirle una audiencia al presidente de la Nación.
La jornada abarcó una rueda de prensa en Plaza de Mayo, donde las travestis denunciaron la situación de vulnerabilidad que viven "las trans adultas mayores".
El objetivo es narrar la situación delicada de las personas mayores del colectivo travesti-trans, a través de la presentación de un proyecto de ley para indemnizar a las víctimas por "la violencia sufrida durante tantos años".
Una de las asistentes, María Luisa Domínguez, de 58 años, caratuló de "sobrevivientes" a sus compañeras y a ella misma, ya que su promedio de vida es "de 40 años".
En esa línea, María Luisa aseveró: “Es importante que nos reconozcan y se nos brinde, de manera colectiva, un resarcimiento económico a nosotras, que lamentablemente no somos tantas".
Antecedente
El antecedente de este proyecto es la reparación histórica a las travestis que sufrieron la dictadura. La primera en recibir esta pensión con gran valor simbólico fue Carolina Boetti, una peluquera y actriz de la provincia de Santa Fe.
La ley reparatoria que antecedía a este reconocimiento era para "personas privadas de su libertad por motivos políticos, estudiantiles y sindicales”, lo que se hizo fue agregar la identidad de género como un atributo de la persecución.