La jornada de hoy es clave para los y las militantes de la Multisectorial Humedales que marcharán desde Plaza de Mayo al Congreso de la Nación para pedir que se trate el proyecto de la Ley de Humedales.
Para visibilizar los problemas que tiene el río Paraná, cientos de personas se embarcaron en una travesía náutica que partió desde Rosario, precisamente en Rambla Catalunya, desde donde recorrieron más de 350 kilómetros por la cuenca del Río Paraná hasta llegar al Tigre, y desembarcaron en dique Luján.
Unas 380 organizaciones y movimientos sociales apoyan esta medida y reclaman la Ley de Humedales para proteger los espacios que son de vital importancia para el ecosistema argentino en un contexto en el que el río Paraná presenta la bajante más severa en años.
Juan Camelia, integrante de la Multisectorial Humedales, explicó: “Llegamos después de un esfuerzo enorme, una travesía de 350 kilómetros por el río Paraná”.
Camelia contó que fueron más de 40 los kayakistas que se embarcaron en la travesía que ahora sigue en tierra firme para reclamar la Ley de Humedales en Argentina. Además, visibilizó las razones por las que se reclama esta normativa:
Necesitamos una ley de humedales de forma urgente, por la situación de bajante histórica del río Paraná, donde la cuestión es dramática. Frente a Rosario, el río está prácticamente seco
La responsabilidad empresarial
Camelia no hizo caso omiso de la casi total responsabilidad de las empresas que día a día contaminan el Río con sus desechos y contó : “La cantidad de industrias que tiran sus desechos al río Paraná sin mediar tratamiento alguno; la situación del río es realmente dramática, la pérdida de biodiversidad está probada desde hace muchos años y, en este contexto de pandemia, es importantísimo que nos demos la oportunidad de cuidar al río, el agua dulce, porque el humedal es salud”.
La importancia de proteger los humedales en Argentina
Juan Camelia también explicó las razones por las cuales el río nos necesita: “El humedal es un regulador social y de la biodiversidad. No hace falta ser científico para entender que cada vez hay menos peces, menos diversidad; las quemas no cesan y las contaminaciones crecen, la mayoría de las ciudades ribereñas no tiene tratamiento de líquidos cloacales”.