Miércoles 15 de Noviembre 2023
GESTO SOLIDARIO

Un joven mozo devolvió 800 mil pesos olvidados en una mesa

"En ningún momento se me cruzó por la cabeza. Nunca hay que quedarse con lo ajeno", dijo.

Miguel Morales. Fuente: (Twitter)
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Miguel Morales, un joven mozo de un bar del barrio porteño de Recoleta, devolvió 800 mil pesos que su propietario, un cliente habitual, había olvidado en la meza. "Hicimos lo mismo que con cualquier cliente que se olvida algo, tener el mínimo contacto y guardarlo en la caja”, contó.

Morales, de 25 años, tuvo que dejar de estudiar la carrera de Profesorado de Matemáticas debido a la crisis económica que generó la pandemia de coronavirus y consiguió trabajo en el tradicional bar "El Trébol", ubicado en la elegante intersección de la calle Uriburu con la avenida Santa Fe.
 

Bar "El Trébol".

 

Es un cliente que viene siempre. Lo conozco porque lo atiendo seguido, pero no hablamos mucho. Vino a desayunar entre las 10 y las 11 pero, cuando se levantó para irse, se olvidó una bolsa pequeña arriba de la mesa

 

Al detectar la bolsa de supermercado inmediatamente se dio cuenta que había dinero dentro de ella. "Cuando la agarré, me di cuenta que se trataba de dinero en efectivo, así que lo llevé a la caja para que lo guardaran y en ningún momento se abrió", detalló el joven, de proceder intachable en este hecho.

 

 

"El dinero estaba en una bolsa de Carrefour. La gente que lleva esa cantidad de dinero siempre trata de guardarlo en algo que no llame tanto la atención", explicó el mozo. "Era una bolsa común y corriente, se la llevé al cajero y le avisé en qué número de mesa había quedado olvidada", continuó.

Pese a no tener fluida conversación con el cliente, en el establecimiento todo podían reconocer al cliente, que visitaba el bar frecuentemente. "Simplemente esperamos que volviera a buscar el dinero”, dijo Morales.

 

"La gente que lleva esa cantidad de dinero siempre trata de guardarlo en algo que no llame tanto la atención"

 

El cliente resultó ser un policía y, al advertir que le faltaba el dinero, regresó sobre sus pasos hasta llegar al bar para consultar a los empleados. "Me preguntó si habíamos encontrado algo y, cuando le dije que sí, respiró profundo", recordó con agrado el joven que agregó que no hubo mucha charla pero íi el agradecimiento por el gesto.

 

Me dijo que le estaba explotando la cabeza, porque no se acordaba dónde lo había dejado. No llegué a hablar mucho con él, pero me agradeció y me dijo que estas cosas no se olvidan

 

Miguel no está pasando su mejor momento económico pero aseguró que jamás pensó en quedarse con el dinero. "En ningún momento se me cruzó por la cabeza. Nunca hay que quedarse con lo ajeno. Uno se la pasa trabajando y ahorrando, y en tiempos difíciles como los de ahora, un olvido le puede pasar a cualquiera y en cualquier lugar”, reflexionó el noble mozo.