Siempre asociado a la niñez, los especialistas recalcan que más del 50 % puede continuar con claros síntomas y complicaciones en la adultez. También, señalan que los niños prematuros tienen más posibilidades de padecerlo aquellos niños no prematuros. Al tener una carga hereditaria del 80% por ciento, también se considera a este factor como una de las causas principales.
La importancia del diagnóstico
El TDAH es tratable y se puede desarrollar una vida sin mayores complicaciones si es acompañado con los cuidados correspondientes. Un diagnóstico que no se realice a tiempo puede provocar diversos trastornos en las persona. No solo está la posibilidad de sentirse deprimido o deprimida, con baja autoestima (ante la ausencia de información sobre lo que le ocurre), sino también, si está en edad escolar, puede haber un mal desempeño, problemas de sociabilidad o falta de adaptación, ansiedad, entre otras cosas.
Relatan los médicos que muchos padres que hoy acompañan a sus hijos en el tratamiento pueden recordar o percibir síntomas similares en su niñez y caen en la cuenta que ellos mismos han tenido el trastorno en su infancia.
La pronta detección y el tratamiento ha producido grandes mejoras en la calidad de vida los pacientes. Un estudio en adultos pudo comprobar que el diagnóstico temprano, y su posterior tratamiento, provocaron una remisión parcial del 40 %. Esto depende, también, de los casos y profesionales.
Peligros
El mayor problema con el TDHA es cuando no se trata. La niñez hiperactiva se caracteriza por la impulsividad y las dificultades en la coordinación motora. El peligro central es que tienen 4 veces más de posibilidades de sufrir accidentes o lesionarse gravemente.
Un 25 % y hasta un 40 % de los niños que mantienen el trastorno hacia la adolescencia presentan claros signos de una personalidad antisocial, y una tercera parte de estos desarrolla abuso de estupefacientes.