Para enviar un mensaje a la Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura, el papa Francisco solicitó a los humanos la reducción en pérdidas y desperdicios de alimentos, principalmente en el campo, en el mar y en la mesa.
A su vez, llamó a luchar contra el hambre e instó a cambiar el estilo de vida de cada uno de nosotros así como también las practicas de consumo cotidianas. En ellas es donde se debe generar conciencia, además de en los productores y consumidores, para poder tener un mundo sin hambruna. Al respecto, expresó:
La lucha contra el hambre exige superar la fría lógica del mercado, centrada ávidamente en el mero beneficio económico y en la reducción de los alimentos a una mercancía más, y afianzar la lógica de la solidaridad. Cada uno de nosotros puede brindar su aportación a esta noble causa, empezando por nuestra vida cotidiana y los gestos más sencillos
Por último, sostuvo que, debido a la pandemia, muchos aprendieron a cambiar su manera de vivir: por eso es que instó a aquellos que no lo hicieron a no perder la oportunidad de poder invertir en un sistema alimentario mundial que pueda hacer frente con sensatez y responsabilidad a futuras crisis.
El papa Francisco y su mensaje sobre el empleo
Para continuar con sus distintas participaciones en diversos encuentros, de manera virtual, el papa Francisco dejó su mensaje en en el Coloquio de IDEA, llevado a cabo en Centro Costa Salguero. Aquí, el papa tenía como objetivos principales debatir la dignidad del trabajo, el desarrollo federal y la creación de empleo.
En este coloquio número 57 del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que contó con el cierre del presidente Alberto Fernández, el sumo pontífice solicitó que este encuentro sea un momento de intercambio verdadero que dé como resultado un aporte innovador de los empresarios y el de los trabajadores. En ese contexto, comentó:
Valoro la noble vocación del empresario que busca con creatividad producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo la generación de puestos de trabajo. Por esta senda creo que el diálogo entre los empresarios y los trabajadores es no solo indispensable sino también fecundo y prometedor