Las cerezas no solo son una tentación dulce y refrescante: son un auténtico cóctel de nutrientes, antioxidantes y beneficios que potencian tu salud desde el primer bocado. Estas pequeñas joyas contienen fibras, flavonoides, vitamina C, luteína, zeaxantina, vitamina A y betacarotenos, lo que las convierte en un superalimento natural y delicioso.
Y lo mejor: ¡podés disfrutarlas como más te guste! Crudas, en jugos, ensaladas, mermeladas, infusiones o postres, las cerezas brillan en cada preparación.
7 razones para incluir cerezas en tu día a día
Aliadas antioxidantes: Llenas de betacaroteno, vitamina C y A, combaten los radicales libres y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro. ¡Piel radiante garantizada!
Corazón feliz: Gracias a las antocianinas y el ácido clorogénico, reducen el colesterol y los triglicéridos. Una delicia para vos y para tu sistema cardiovascular.
Estables en glucosa: Sus flavonoides y fibras regulan el azúcar en sangre y equilibran la insulina. Perfectas para personas con diabetes o quienes buscan mantener niveles saludables.
Digestión en equilibrio: ¿Estreñimiento? Las fibras y los polifenoles de las cerezas ayudan a mantener el tránsito intestinal y fortalecen la flora.
Vista protegida: Ricas en luteína, zeaxantina y betacaroteno, protegen tus ojos del estrés oxidativo y la luz azul.
Súper para dormir mejor: Contienen triptófano, el aminoácido clave para producir melatonina. ¡Decile chau al insomnio!
Defensas en alto: Refuerzan tu sistema inmunológico con una buena dosis de vitamina C y compuestos fenólicos.
Las cerezas son mucho más que un capricho de verano: son un regalo de la naturaleza para cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera. Incorporalas a tu dieta y descubrí su delicioso poder.