El otoño abre una ventana perfecta para cuidar y fortalecer tus plantas en casa, preparándolas para resistir el invierno con éxito. Es una estación ideal para trasplantar especies, renovar sustratos y nutrirlas adecuadamente. Pero para garantizar un desarrollo saludable, la elección de un buen sustrato es esencial.
Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el sustrato, un material sólido distinto del suelo, actúa como soporte para las plantas y puede ser de origen natural, sintético, residual, mineral u orgánico.
El primer paso para escoger el sustrato adecuado es considerar el tipo de planta y las necesidades del cultivo. Especialistas recomiendan que el material elegido tenga capacidad de retener agua y nutrientes, proporcione ventilación y brinde soporte a las raíces. Además, en otoño es clave reducir los riegos debido a las bajas temperaturas y aprovechar al máximo las horas de luz solar, complementando con una poda estratégica para fomentar el desarrollo vigoroso de las plantas.
Preparar sustratos nutritivos en casa no solo es posible, sino que también puede ser simple y económico. Materiales como turba, hojas, cortezas, arena y perlitas son ingredientes básicos para lograr una mezcla eficiente. Por ejemplo, combinar partes iguales de turba y perlitas en un recipiente limpio, mezclarlas homogéneamente y agregar agua es un método básico pero efectivo. Una vez listo, puedes reservar el sustrato hasta utilizarlo en trasplantes o nuevas macetas.
Al seguir estos pasos, no solo optimizas el crecimiento de tus plantas, sino que también transformas la jardinería en una actividad terapéutica y enriquecedora. Ya sea en interiores o exteriores, darles el cuidado que merecen puede convertirse en una experiencia tan gratificante como creativa. ¡Manos a la tierra!