Cuando el frío acecha, la primera reacción es subir la calefacción, pero esto puede traducirse en facturas elevadas y un gasto innecesario de energía. La buena noticia es que existen estrategias sencillas para conservar el calor sin derrochar dinero.
Bloquea el frío y maximiza la calidez
Evita corrientes de aire: Revisa puertas y ventanas para asegurarte de que estén bien selladas. Si notas filtraciones, cúbrelas con tela o cinta adhesiva.
Cortinas y alfombras estratégicas: Opta por cortinas gruesas que impidan la pérdida de calor y usa alfombras de lana o sintéticas para mantener los pies abrigados.
Aprovecha el sol: Abre las cortinas durante el día para dejar entrar el calor natural y ciérralas por la noche para evitar su escape.
Técnicas para combatir el frío sin encender la calefacción
Abrígate inteligentemente: Usa ropa térmica, de lana o polar, y mantas para evitar depender del calefactor.
Ubicación estratégica: Si buscas calor, quédate en zonas naturales de temperatura elevada, como la cocina o cerca de fuentes de calor.
Bebidas y comidas calientes: Sopa, té o café ayudan a mantener la temperatura corporal sin necesidad de calefacción extra.
Muévete: Mantenerte activo con ejercicio en casa, como sentadillas o abdominales, genera calor y combate la sensación de frío.
¡Cuidado con el monóxido de carbono!
Si usas calefacción a gas o con combustibles, ventila bien los espacios para evitar riesgos de intoxicación. Con estos trucos simples, disfrutarás de un hogar cálido y confortable, mientras ahorras energía y dinero.