Si amás los geranios por su increíble variedad de colores y su capacidad para transformar cualquier balcón o patio en un verdadero espectáculo floral, ¡vas a querer más de uno! Y la buena noticia es que multiplicar esta planta es más fácil de lo que pensás, siempre que tengas a mano los trucos adecuados de reproducción.
¿Lo mejor? Con unas simples herramientas, un poco de paciencia y esta guía paso a paso, vas a poder propagar tus plantas favoritas en casa y verlas crecer fuertes, radiantes… ¡y cargadas de flores!
Esquejes bien hechos: el inicio del éxito
Elegí tallos sanos y sin flores: evitá los que tengan botones florales, ya que consumen mucha energía.
Cortá con inclinación y precisión: usá una tijera afilada y desinfectada. El corte debe hacerse por encima del punto donde brotan las hojas.
Limpiá el esqueje: retirale las hojas y yemas inferiores, dejando solo 2 o 3 hojas en la parte superior.
Hormona de enraizamiento al rescate: sumergí la base del esqueje en este polvo mágico para estimular un desarrollo rápido de raíces.
Sustrato + cuidados: la base para un brote prometedor
Prepará la mezcla ideal: usá sustrato para semilleros combinado con arena gruesa para garantizar un excelente drenaje.
Maceta lista y riego inicial: plantá 2 o 3 esquejes por contenedor y asegurate de que el sustrato esté bien humedecido al comenzar.
Ubicación estratégica: colocá la maceta en un lugar luminoso pero sin sol directo.
¡Y ahora, a esperar!
En unas 6 a 8 semanas, tus esquejes comenzarán a formar raíces firmes y saludables, señal de que están listos para mudarse a su lugar definitivo y comenzar su etapa de floración.
Multiplicar tus geranios no solo es gratificante, sino que también es una forma fantástica de llenar de vida, color y frescura cada rincón de tu hogar. Con este método sencillo y eficaz, vas a lograr que tus plantas se reproduzcan con éxito… ¡y florezcan como nunca!