Con más de 25.000 especies silvestres conocidas, las orquídeas son una joya que se encuentra casi en cualquier rincón del mundo, a excepción de los lugares más áridos o fríos. Y hoy te traemos tres variedades espectaculares, elegantes y llenas de encanto, ideales para transformar tus interiores en un verdadero paraíso floral.
Las orquídeas son plantas perfectas para el otoño e invierno, combinan exotismo, belleza y facilidad de cuidados. ¡Se convertirán en el centro de atención de tu hogar!
Cattleya
La reina indiscutible Majestuosa y vibrante, la Cattleya es conocida como la “reina de las orquídeas.” Originaria de Suramérica y Centroamérica, esta flor destaca por sus impresionantes tonos coloridos y aromas cautivadores.
Si decides cultivarla en maceta, recuerda que la Cattleya prefiere temperaturas inferiores a los 29° y no tolera las heladas. Dale buena luz, pero evita que sea directa, y presta atención a su riego: resiste más la sequedad que el exceso de humedad. ¡Hazla brillar en cualquier rincón!
Oncidium
La dama danzante apodada “Dama danzante,” esta orquídea tropical sabe cómo llamar la atención con su floración de un amarillo intenso. Originaria de América tropical y subtropical, puede crecer tanto en rocas y árboles como en macetas, siendo perfecta para interiores modernos.
Asegúrate de darle mucha luz (aunque indirecta) y riega con cuidado para que siempre esté en su punto. La Oncidium es cálida y resistente, pero un exceso de agua podría dañar su vitalidad.
Dendrobium
Con más de 1.200 especies diferentes, el Dendrobium se roba todas las miradas. Esta orquídea originaria de Asia, Australia y Nueva Zelanda es una planta epífita por naturaleza, lo que significa que vive en árboles o rocas, pero también es perfecta para macetas.
El Dendrobium no necesita mucho riego; con un aporte semanal será suficiente. Eso sí, le encanta la humedad ambiental, ¡no olvides pulverizar sus hojas con frecuencia! Evita la exposición directa al sol para preservar la delicada belleza de tu orquídea.