En el mundo vegetal, hay especies que desafían todas las reglas. Una de ellas es la Acacia Cornigera, un árbol que en lugar de repeler a los insectos, los acoge y convive con ellos en perfecta armonía.
Conocida como árbol del cuerno, cuerno de toro, cornezuelo o cucharilla, esta maravilla de la naturaleza ha cautivado a científicos y amantes de la botánica por su peculiar relación con las hormigas.
Un árbol imponente con características únicas
Altura sorprendente: Puede alcanzar hasta 10 metros, adornado con espinas ahuecadas de tonos café o amarillo.
No apta para humanos ni mascotas: Contiene dimetiltriptamina y glucósidos cianogénicos, sustancias tóxicas presentes en hojas, semillas y corteza.
Expansión global: Originaria del sur de México y Centroamérica, hoy también crece en Estados Unidos, India y Pakistán.
Hormigas: las guardianas naturales de la Acacia Cornigera
Un pacto de protección: En lugar de atacar a la planta, las hormigas actúan como defensoras, protegiéndola de insectos invasores.
Un hogar en sus espinas huecas: La acacia les brinda refugio y alimento en forma de glóbulos ricos en glucógeno.
Polinización asegurada: A pesar de su relación con las hormigas, la Acacia Cornigera permite la polinización antes de que sus guardianas vuelvan a protegerla.
Más que una planta, un ecosistema vivo
La Acacia Cornigera nos muestra el increíble equilibrio de la naturaleza, donde plantas e insectos pueden convivir en perfecta sincronía. ¿Listo para sumergirte en su fascinante mundo?