Si quieres dar el primer paso en la jardinería, pero no tienes mucho tiempo para dedicarle, los tomates cherry son la opción ideal. Rápidos de cultivar, fáciles de cuidar y perfectos para espacios pequeños, pueden crecer en maceta o huerta, permitiéndote disfrutar de frutos deliciosos sin necesidad de un jardín extenso.
Cómo comenzar tu huerta de tomates cherry
Consigue las semillas: Puedes comprarlas o extraerlas directamente de un tomate cherry maduro, enjuagándolas bien y dejándolas secar.
Elige la maceta correcta: Para la primera etapa, opta por una maceta pequeña de unos 200 mm de diámetro.
Prepara el sustrato ideal: Usa una mezcla con turba y arena, garantizando la retención de humedad necesaria para un crecimiento óptimo.
Siembra las semillas: Llena la maceta con tres cuartas partes del sustrato, coloca las semillas en pequeños orificios y cúbrelas con una fina capa de tierra.
Sol y riego controlado: Asegúrate de que reciban 6 a 8 horas de luz solar al día, evitando el exceso de agua para que las semillas no se pudran.
Trasplante a maceta grande: Luego de 5 o 6 semanas, cuando la planta tenga hojas maduras, pásala a una maceta más grande con el mismo sustrato y cuidados.
Cuidados adicionales: Asegúrate de que la planta tenga soporte, como una vara de metal o madera, para que pueda crecer con estabilidad.
Tomates cherry: el toque fresco y natural para tu hogar
Con sol, agua y paciencia, tu huerta en casa florecerá, ofreciéndote tomates cherry orgánicos que llenarán de color y sabor tus platos.