Si sueñas con un rincón lleno de frutillas frescas, estás a punto de descubrir un método fácil y efectivo para multiplicar tus plantas. Estas joyas del jardín no solo son deliciosas y decorativas, sino que también requieren pocos cuidados y ofrecen una cosecha perfecta para grandes y chicos.
Frutillas: la magia de la multiplicación natural
Plantas rastreras y generosas: Se extienden por el suelo creando estolones, los protagonistas de la reproducción.
Ubicación ideal: Prefieren lugares frescos y sombríos, evocando sus orígenes en climas templados.
El sustrato perfecto: Usa macetas de 3 litros con una mezcla de 50% compost, 20% arena de río y 30% arena común, asegurando nutrición y drenaje óptimos.
Cuidados esenciales para una cosecha abundante
Riego controlado: Entre 15°C y 20°C: Riega una vez al día. Más de 20°C: Aumenta a dos veces por día para mantener la humedad ideal.
Multiplica tus frutillas sin esfuerzo
Usa vasitos de café con una pequeña perforación en la base y llénalos de sustrato.
Une cada vasito a la planta madre con horquillas de alambre, permitiendo que los estolones desarrollen nuevas raíces.
En 30 a 40 días, tus plántulas estarán listas para independizarse. Córtalas y trasplántalas a una maceta más grande para que crezcan con fuerza.
Un jardín de frutillas al alcance de tus manos
Con esta técnica de reproducción sencilla, disfrutarás de un huerto lleno de frutos dulces sin necesidad de grandes esfuerzos. Ponlo en práctica y transforma tu jardín en un paraíso de frutillas.